El Parlamento italiano autoriza que Toni Negri vuelva a la cárcel

El Parlamento italiano dio luz verde en la madrugada de ayer, por votación secreta y después de un dramático debate pleno de incidentes, para que el diputado Toni Negri (que se presentó como independiente en la candidatura radical) vuelva a ser encarcelado. Negri está acusado de conspirar para destruir al Estado, en su supuesta calidad de ideólogo de las Brigadas Rojas

El mismo resultado de la votación final es la mejor fotografía de la dificultad frente a la que se encontraron los diputados: 281 votaron a favor de la detención, 80 en contra y 223 se abstuvieron.Inmediatamente corri...

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El Parlamento italiano dio luz verde en la madrugada de ayer, por votación secreta y después de un dramático debate pleno de incidentes, para que el diputado Toni Negri (que se presentó como independiente en la candidatura radical) vuelva a ser encarcelado. Negri está acusado de conspirar para destruir al Estado, en su supuesta calidad de ideólogo de las Brigadas Rojas

El mismo resultado de la votación final es la mejor fotografía de la dificultad frente a la que se encontraron los diputados: 281 votaron a favor de la detención, 80 en contra y 223 se abstuvieron.Inmediatamente corrió el rumor de que Toni Negri había huido a Francia. El líder radical Marco Panella, en un vibrante discurso lleno de pasión y de ira, tranquilizó al Parlamento diciendo: "No excitaros, que, Negri volverá a la cárcel. Seguirá haciendo de diputado allí con sus compañeros presos porque vosotros así lo habéis querido. Desde allí seguiremos luchando". Pero Negri, añadió, se entregará cuándo y cómo decida el Partido Radical y "sin espectacularidad teatral".

El bloque de centroderecha que ha decidido que Negri vuelva a la cárcel ha estado constituido por democristianos, neofascistas misinos, republicanos, socialdemócratas y liberales. Se abstuvieron, aunque por motivos diversos, comunistas, socialistas y los mismos radicales. Para la izquierda histórica, el voto para devolver el catedrático y diputado Negri a la cárcel tras haber pasado cuatro años en prisión sin ser procesado y sin que se le haya, hasta el momento, probado una sola de las graves acusaciones que se le han hecho era peor que un dolor de muelas.

La flor y nata de los intelectuales democráticos había pedido a los diputados que permitieran a Negri seguir en libertad hasta que la justicia no le condene por hechos concretos, ya que en un país democrático nadie puede ser detenido por sus ideas, por más revolucionarias que sean.

Los comunistas estaban predispuestos a votar contra Negri por ese temor que siempre les ha caracterizado de aparecer ante la opinión pública como débiles ante todo lo que huela a terrorismo de izquierdas. Los socialistas, al revés, habían anunciado que votarían para impedir que Negri volviera a la cárcel, abrazando la tesis de los radicales de que no se trataba de declarar la inocencia o culpabilidad de Negri, sino más bien de protestar contra la actual ley italiana que permite a un acusado de terrorismo poder permanecer en la cárcel esperando el proceso hasta 11 años. Y también, porque un acto de generosidad con Negri, símbolo de la izquierda revolucionaria, podría haber significado un gesto de pacificación nacional con una buena parte del terrorismo, hoy derrotado y confuso políticamente, y habría abierto un diálogo nuevo con cuantos arrepentidos de sus errores de juventud desean integrarse en un régimen democrático legal, como en el fondo había hecho Negri aceptando entrar como . miembro de un Parlamento republicano. Por ello, los comunistas, sintiéndose superados por los socialistas, presentaron una moción de compromiso: dejar en suspenso el voto en el Parlamento hasta que el Tribunal de Primera Instancia de Roma hubiese emitido su sentencia.

Los socialistas, para no romper con los comunistas, se asociaron a la moción. Votada en la noche del martes, fue derrotada por sólo siete votos. Los radicales no habían votado, y hubiesen bastado sus votos para que, por el momento, Negri siguiera en libertad. Como explicó el secretario del partido, Marco Panella, tal decisión estuvo doblemente motivada: porque los radicales han decidido no votar nunca durante esta legislatura, y porque consideraban la moción comunista como hipócrita, como un modo de lavarse las manos esperando que los jueces les sacasen as castañas del fuego.

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La reacción de los comunistas contra los radicales fue durísima. Hubo insultos e intentos de bofetadas. El diputado Giancarlo Paetta no se pudo contener y le plantó un solemne escupitajo en la cara de Panella. Éste le respondió que escupir a quien no piensa como él es el "gesto más antidemocrático que existe".

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