Manuela Mena, subdirectora del Museo del Prado, establece algunos orígenes del 'Guernica'

Las fuentes pictóricas, situadas por los críticos de arte en el Renacimiento italiano, en las que se basó Picasso para la realización del Guernica, habrían sido tomadas, según manifestó en Santander la subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena, en el curso de su Intervención en el Seminario sobre Iconología del Arte de Vanguardia, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de una de las obras clásicas de la historia del arte, la del americano Bernard Berenson, aparecida en los años 30 y titulada La pintura italiana del Renacimiento.Si bien han sido numer...

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Las fuentes pictóricas, situadas por los críticos de arte en el Renacimiento italiano, en las que se basó Picasso para la realización del Guernica, habrían sido tomadas, según manifestó en Santander la subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena, en el curso de su Intervención en el Seminario sobre Iconología del Arte de Vanguardia, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, de una de las obras clásicas de la historia del arte, la del americano Bernard Berenson, aparecida en los años 30 y titulada La pintura italiana del Renacimiento.Si bien han sido numerosos los críticos que han establecido claras analogías entre los elementos utilizados en el Guernica y obras de pintores italianos renacentistas, la teoría basada en esa identificación planteaba la duda sobre la posibilidad de que Picasso, a pesar de ser un gran conocedor del arte pictórico renacentista italiano, hubiera tenido acceso a dichos cuadros.

Una aportación fundamental

La aportación de Manuela Mena, que fue calificada de fundamental e indiscutible por profesores de arte y críticos que asistieron al curso sobre las vanguardias artísticas celebrado en el palacio de la Magdalena, en Santander, es haber descubierto la fuente en que bebió Picasso, el libro de Berenson en el que se incluye una amplia muestra de ilustraciones de cuadros de la época.Mediante la proyección de diapositivas de algunos de los cuadros y de partes del Guernica, Manuela Mena fue estableciendo las relaciones, entre ellos, señalando que el pintor Pablo Picasso no debió tener dificultad alguna para consultar el libro de Berenson, cuya primera edición se publicó en Europa en 1931, y que el pintor malagueño consultó, con entera seguridad, antes de proceder a la realización de su obra más conocida y representativa.

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