La universidad de Valencia estudiará el nombramiento y de Fuster como catedrático

La junta de gobierno de la universidad de Valencia tratará, en su próxima reunión, tras las vacaciones de verano, la propuesta formulada por la facultad de Filología en dos ocasiones de que el escritor Joan Fuster sea nombrado catedrático extraordinario.A este acuerdo se llegó tras un largo y áspero debate entre el decano de la facultad de Filología, Joan Oleza, y el rector de la universidad, Joaquín Colomer. El origen del debate estaba en una nota de la facultad de Filología, hecha pública recientemente, en la que se pedían explicaciones a Colomer, entre otras cosas por no haber tramitado la ...

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La junta de gobierno de la universidad de Valencia tratará, en su próxima reunión, tras las vacaciones de verano, la propuesta formulada por la facultad de Filología en dos ocasiones de que el escritor Joan Fuster sea nombrado catedrático extraordinario.A este acuerdo se llegó tras un largo y áspero debate entre el decano de la facultad de Filología, Joan Oleza, y el rector de la universidad, Joaquín Colomer. El origen del debate estaba en una nota de la facultad de Filología, hecha pública recientemente, en la que se pedían explicaciones a Colomer, entre otras cosas por no haber tramitado la solicitud de nombrar a Fuster catedrático extraordinario.

Como ha venido informando este periódico, Fuster fue recientemente contratado como profesor no numerario por la universidad. Al no ser tramitada la primera solicitud, que data de febrero de 1982, Filología optó por esta solución, con carácter provisional, aunque manteniendo la aspiración de que fuese nombrado catedrático.

Por otra parte, el rector ha anunciado que se quejará oficialmente ante el Ministerio de Educación por la difusión de la información, a propósito de la última reunión del consejo de rectores, de que él se oponía al nombramiento de Fuster. Colomer culpa de ello al gabinete de Prensa del Ministerio.

Lo que ocurrió no fue estrictamente que Colomer se opusiese, sino que no llevó la propuesta al consejo de rectores ni previamente a la junta de gobierno de la universidad. El rector, que ha mantenido posturas muy ambiguas y en la práctica obstruccionistas del nombramiento, alegaba que el escrito de solicitud no iba firmado por el decano de la facultad -estaba firmado por el secretario, que era el decano en funciones el día en que se envió- y que llegó un día después de conformarse el orden del día de la junta de gobierno, que se celebraba, sin embrago, una semana después.

Estos detalles han sido lo que Colomer llama "defectos de forma" y en los que se ha basado para no tramitar la propuesta, a la vez que ha recordado que Fuster no es doctor y sería necesario este requisito para ser nombrado catedrático extraordinario, en contra de lo que afirma el ministerio apoyándose en la legislación vigente. Colomer se basa en un acuerdo del consejo de rectores de cuando era ministro Mayor Zaragoza.

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