Protestas de ecologistas gallegos y británicos contra el vertido en la fosa atlántica

Casi cuatro mil toneladas de residuos radioactivos, destinados a la fosa atlántica situada a cuatrocientas millas (740 kilómetros) de las costas gallegas, continúan bloqueadas en Didcot, al Sur de Oxford ante la negativa de la Unión Nacional de Marineros (N U S) a proporcionar una tripulación para el barco que debe verterlos en el mar Representantes de la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (ADEGA), se encuentran en Gran Bretaña para protagonizar, junto con el grupo ecologista internacional Greenpeace, diversas acciones de protesta contra la decisión británica de seguir realizando ...

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Casi cuatro mil toneladas de residuos radioactivos, destinados a la fosa atlántica situada a cuatrocientas millas (740 kilómetros) de las costas gallegas, continúan bloqueadas en Didcot, al Sur de Oxford ante la negativa de la Unión Nacional de Marineros (N U S) a proporcionar una tripulación para el barco que debe verterlos en el mar Representantes de la Asociación para la Defensa Ecológica de Galicia (ADEGA), se encuentran en Gran Bretaña para protagonizar, junto con el grupo ecologista internacional Greenpeace, diversas acciones de protesta contra la decisión británica de seguir realizando vertidos radioactivos en el océano, a pesar de las recomendaciones de diversos organismos internacionales que aconsejan su suspensión.

El barco que debe trasladar los residuos es el Atlantic Fisher, propiedad de la Junta de Energía Nuclear de¡ Reino Unido. El barco se encuentra por el momento en el puerto de Barrow in Furness, a la espera de recibir la orden de zarpar hacia Sharpness, donde debería proceder a cargar los bidones. Sin embargo, el secretario general del NUS, Jim Slater, reafirmó ayer su llamamiento para que ningún marinero acepte formar parte de la tripulación. "Este sindicato no cambiará de opinión", afirmó Slater, "hasta que tengamos la evidencia, cien por cien, de que los vertidos no son dañinos. En el caso de que pese al boicoteo el Atlantic Fisher llegara a Sahrpness, Greenpeace ha enviado a dicho puerto uno de sus buques, el Cedarlea, para que monte guardia y entorpezca la operación.Los bidones con el material radioactivo, que supera amplia mente los índices de contaminación de años anteriores, se encontraban ayer apilados en dos trenes estacionados en Didcot Los miembros de ADEGA, que se desplazan por Gran Bretaña en un autobús de dos pisos pinta do con los colores de la bandera gallega, acudieron a esta ciudad para realizar una sentada simbólica en las vías del tren. "Nos hemos quedado sorprendidos al ver que no existe ninguna vigilancia sobre los bidones. Cualquier loco podría deteriorarlos" afirmó el presidente de ADEGA, Ramón Valera. Según Valera, el Gobierno británico no está cumpliendo las condiciones exigidas por las convenciones internacionales, puesto que no puede garantizar el estado de los bidones que arroja al mar.

Los representantes de los distintos movimientos integrados en ADEGA se entrevistaron ayer con el embajador de España en Londres, José Joaquín Puig de la Bellacasa, a quien solicitaron que presentara una protesta ante el Gobierno británico. El embajador afirmó que estudiaría la documentación que le fue entregada. Ramón Valera estima que el Gobierno español no actúa con suficiente energía para evitar los vertidos frente a las costas gallegas. Según el Presidente de ADEGA, Madrid se ha conformado con una comunicación británica según la cual los vertidos se realizarían en un período comprendido entre el 5 de julio y el 11 de septiembre, sin exigir una fecha exacta, ni el cumplimiento de los plazos previos que establecen las normas internacionales vigentes.

El Gobierno conservador británico no ha respetado la resolución aprobada este mismo año por mayoría absoluta en la conferencia sobre vertidos radioactivos pidiendo a los 54 Estados firmantes que suspendan los vertidos hasta que se realice un nuevo estudio científico sobre las consecuencias de esta práctica. Actualmente sólo tres países europeos -Reino Unido, Suiza y Bélgica-, continúan arrojando sus desechos radioactivos a la fosa atlántica.

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