Torero de Madrid

Antoñete es el torero de Madrid. Sin lugar a dudas, es el diestro que más estima el público de Las Ventas, el que más interés suscita cuando torea aquí. Es la base de la feria, el matador sobre quien se han ajustado los. carteles. Como antes lo hicieron con Antonio Bienvenida, Marcial Lalanda y Vicente Pastor, por ejemplo, los aficionados ahora quieren y exigen a Antoñete; se alegran con sus triunfos y compadecen sus tardes menos afortunadas, pero nunca le tratan con indiferencia. Sobre todo ahora, cuando faltan auténticas figuras, le ven como el maestro. Es de aquellos toreos de quienes se de...

Antoñete es el torero de Madrid. Sin lugar a dudas, es el diestro que más estima el público de Las Ventas, el que más interés suscita cuando torea aquí. Es la base de la feria, el matador sobre quien se han ajustado los. carteles. Como antes lo hicieron con Antonio Bienvenida, Marcial Lalanda y Vicente Pastor, por ejemplo, los aficionados ahora quieren y exigen a Antoñete; se alegran con sus triunfos y compadecen sus tardes menos afortunadas, pero nunca le tratan con indiferencia. Sobre todo ahora, cuando faltan auténticas figuras, le ven como el maestro. Es de aquellos toreos de quienes se decía "Vale el precio de la entrada sólo por verle hacer el paseo". Es popular no sólo porque naciera aquí, no sólo por los detalles pintorescos de su vida: Antoñete encarna una peculiar visión madrileña del toreo. Es un toreo clásico, artístico, de lidiador, y cada vez que torea, los aficionados madrileños acuden a gozar de este concepto de la fiesta, que tienen por el verdadero. Por eso también Antoñete es el torero de Madrid.Naturalmente, Chenel está dispuesto a corresponder a este interés. "Esta temporada quiero torear unas 30 tardes en las grandes ferias", decía el otro día. "Pero como soy un torero caro, aún no las tengo firmadas. Tengo que hacer mi temporada poco a poco, a base de los resultados de esta feria".

Antoñete afirma que está en un buen momento. "He jugado mucho al frontón, he dado largos paseos, incluso estoy fumando menos. Me he retirado de la vida nocturna". Muchas veces Antoñete ha culpado a esa vida desordenada de sus altibajos en el ruedo, de su carrera tan irregular.

Dice también estar recuperado de la fractura de brazo, producida por una cogida en Barcelona el verano pasado, percance que troncó una de sus mejores temporadas, cuando llevaba 19 corridas toreadas y estaba en un momento excelente. "Estoy recuperado, pero me duelen todos los huesos del cuerpo". Son los famosos huesos de cristal del torero, que tanto le han perjudicado a lo largo de su trayectoria, que le han molestado mucho más que las cornadas.

Sobre su deslucida actuación de la pasada feria de Sevilla, Antoñete dice que tuvo "dos toros de contraestilo, con peligro. Yo no salgo a dejarme coger por el toro. No hubo posibilidades de lucimiento con esos toros".

En cuanto al ganado que lidiará en esta feria, el diestro no comprende que se le censure a la empresa por echarle la corrida del Conde de la Corte. "Tengo entendido que los toros de este hierro no están saliendo todo lo buenos q ue se podría esperar", dijo Antoñete, "pero siempre los grandes toreros venían a Madrid para medirse con las corridas cómodas y las corridas menos cómodas, las duras. Yo hago lo mismo. Por eso soy figura del toreo".