La epidemia que afectó a escolares cisjordanos tuvo origen psíquico

"La epidemia fue provocada por una angustia colectiva sostenida y, a veces, contagiada por rumores e informaciones alarmantes publicadas en la Prensa". Ésta es la principal conclusión de los dos médicos norteamericanos, Philip Landrigan y Bess Miller, enviados por el Centro de Epidemiología de Atlanta (Estados Unidos) para estudiar la naturaleza del envenenamiento que afectó a más de 1.000 muchachas en la Cisjordania ocupada a lo largo de los meses de marzo y abril.Los dos investigadores norteamericanos, que realizaron análisis clínicos, epidemiológicos y tóxicos a lo largo de dos seman...

"La epidemia fue provocada por una angustia colectiva sostenida y, a veces, contagiada por rumores e informaciones alarmantes publicadas en la Prensa". Ésta es la principal conclusión de los dos médicos norteamericanos, Philip Landrigan y Bess Miller, enviados por el Centro de Epidemiología de Atlanta (Estados Unidos) para estudiar la naturaleza del envenenamiento que afectó a más de 1.000 muchachas en la Cisjordania ocupada a lo largo de los meses de marzo y abril.Los dos investigadores norteamericanos, que realizaron análisis clínicos, epidemiológicos y tóxicos a lo largo de dos semanas en Cisjordania, afirman en su informe "no haber encontrado ningún agente tóxico". El documento estima que la psicosis de envenenamiento partió probablemente de "la presencia, en cantidades despreciables, de ácido sulfúrico en la localidad de Arrab", donde aparecieron los primeros casos.

A este propósito, Baruk Modrán, director general del Ministerio de Sanidad israelí, que presentó las conclusiones de los científicos estadounidenses, manifestó que los primeros incidentes en Arrab, el 21 de marzo, fueron provocados por una fuga de gases sulfurosos concentrados en unos servicios mal ventilados situados en el patio de un colegio de este pueblo. "La epidemia desapareció cuando se cerraron los colegios en Cisjordania", dice el informe.

Esta constatación contradice las manifestaciones del gobernador militar israelí en Cisjordania, para quien la epidemia era fruto de una conspiración organizada por "elementos extremistas hostiles a Israel", deseosos de "ennegrecer la imagen del Estado hebreo".

El dictamen de los dos investigadores del prestigioso Centro de Epidemiología de Atlanta afirma que ninguna de las pacientes examinadas "fue afectada en sus capacidades reproductoras".