Kilómetros de artes plásticas

La geografía cultural española ofrece en los últimos tiempos, en los más variados lugares, kilómetros de artes plásticas en exposiciones cuya envergadura no viene dada sólo por la importancia de los nombres que las protagonizan sino por la eficacia de los montajes que las sustentan, que acercan a las entidades museísticas españolas a las más depuradas técnicas de aquellos museos y galerías cuya tradición les permite una mayor experiencia.En pocos kilómetros cuadrados, en Madrid, por ejemplo, pueden verse hoy dos muestras que ayudan a entender la evolución del arte en este siglo, a través de do...

La geografía cultural española ofrece en los últimos tiempos, en los más variados lugares, kilómetros de artes plásticas en exposiciones cuya envergadura no viene dada sólo por la importancia de los nombres que las protagonizan sino por la eficacia de los montajes que las sustentan, que acercan a las entidades museísticas españolas a las más depuradas técnicas de aquellos museos y galerías cuya tradición les permite una mayor experiencia.En pocos kilómetros cuadrados, en Madrid, por ejemplo, pueden verse hoy dos muestras que ayudan a entender la evolución del arte en este siglo, a través de dos personajes, Fernand Léger y Salvador Dalí, sin cuyas contribuciones es difícil subrayar los símbolos de esta época. Hoy, en Barcelona, la exposición de la obra de Joan Miró, en el 90º aniversario del pintor, añadió frescura a ese panorama, que, en lo que respecta a la aventura del siglo, completa la antológica de Modigliani recientemente inaugurada en la Ciudad Condal.

La colección de Goya inaugurada ayer por los Reyes en el Museo del Prado es un dato muy importante en ese paisaje realmente apabullante de las artes plásticas actualmente expuestas y en las que, en el ámbito madrileño, las muestras de Beruete en la Caixa y de la pintura británica contemporánea en el Museo Municipal son otros dos elementos.

La riqueza de ese panorama estético no se reduce a las capitales señaladas; numerosas muestras salpican la geografía. La receptividad del público que acude a los museos estatales y a las salas de entidades privadas da, finalmente, sentido a ese esfuerzo.