El último intento de los neutrales
Los embajadores de Austria, Chipre, Finlandia, Liechtenstein, San Marino, Suecia, Suiza y Yugoslavia presentaron el pasado día 15 de marzo un proyecto de declaración final de la Conferencia de Madrid en el que proponen su clausura el próximo 27 de abril y la apertura de una nueva reunión de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa el 4 de noviembre de 1986 en Viena.El documento, que incluye como novedades más importantes la celebración de una conferencia sobre desarme en Europa el próximo 15 de noviembre en Estocolmo y una reunión de expertos en derechos humanos en Ottawa el 7 de...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los embajadores de Austria, Chipre, Finlandia, Liechtenstein, San Marino, Suecia, Suiza y Yugoslavia presentaron el pasado día 15 de marzo un proyecto de declaración final de la Conferencia de Madrid en el que proponen su clausura el próximo 27 de abril y la apertura de una nueva reunión de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa el 4 de noviembre de 1986 en Viena.El documento, que incluye como novedades más importantes la celebración de una conferencia sobre desarme en Europa el próximo 15 de noviembre en Estocolmo y una reunión de expertos en derechos humanos en Ottawa el 7 de mayo de 1985, encontró un ambiente favorable entre la mayor parte de las delegaciones presentes en Madrid. Los delegados europeos coincidían en que la prolongación de la conferencia pone en peligro el espíritu de distensión alcanzado en 1975 en Helsinki, que justifica y da vida a la CSCE.
Los embajadores del bloque soviético veían puntos positivos en la propuesta de los neutrales y no alineados y se observaba entre ellos una buena disposición para aceptar el documento. El embajador español, Juan Luis Pan de Soraluce, mantenía, poco antes de la interrupción de la reunión por la festividad de Semana Santa, un optimismo moderado y advertía del riesgo de que la Conferencia de Madrid tuviese que sufrir un nuevo aplazamiento.
Derechos humanos
La principal acusación que, de forma oficiosa, han hecho los representantes norteamericanos al documento neutral es su tibieza en el tema de las libertades y los derechos humanos, que es pospuesto para la reunión de Ottawa.Al presentar su documento, los países neutrales y no alineados anunciaron que esta sería su última propuesta. Los distintos embajadores salieron de Madrid el pasado 25 de marzo con el propósito de que su próxima etapa en la capital española, que se inicia el próximo martes, sea la última. Los europeos abandonaron Madrid con el propósito, resumido en unas palabras de Pan de Soraluce, de intentar "convencer a los amigos", en una velada alusión a Estados Unidos. Todos, finalmente, reconocieron que la decisión última de poner punto y final o proseguir las conversaciones de Madrid, iniciadas el 11 de noviembre de 1980, estaba en manos de sus respectivos Gobiernos. El martes conoceremos la respuesta.