El compositor Cristóbal Halffter, elegido miembro de la Academia de Bellas Artes

Cristóbal Halffter, compositor y director, ha sido elegido, por una gran mayoría de votos, miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ocupará el sillón, vacante por fallecimiento, de Federico Moreno Torroba, y es el segundo componente de la generación del cincuenta que ingresa en la corporación, ya que el pasado año fue designado Antón García Abril.

Hace unos años habríamos escrito que con Cristóbal Halffter había entrado en la Academia la vanguardia española. Hoy, pasado un tiempo considerable desde la irrupción en nuestra escena musical de los vangua...

Cristóbal Halffter, compositor y director, ha sido elegido, por una gran mayoría de votos, miembro de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Ocupará el sillón, vacante por fallecimiento, de Federico Moreno Torroba, y es el segundo componente de la generación del cincuenta que ingresa en la corporación, ya que el pasado año fue designado Antón García Abril.

Hace unos años habríamos escrito que con Cristóbal Halffter había entrado en la Academia la vanguardia española. Hoy, pasado un tiempo considerable desde la irrupción en nuestra escena musical de los vanguardistas de los años cincuenta, el mismo término de vanguardia ha caído en desuso y todos preferimos hablar de música o tendencias actuales.Sin duda alguna, Cristóbal Halffter las representa a escala internacional y su elección como académico no carece de significación. Cristóbal, madrileño, cumplió 53 años el pasado 24 de marzo y en estos momentos trabaja en una obra electroacústica para el próximo festival de Donaueschingen: Capricho, inspirado en Goya. ¿Qué hace un artista de hoy en un medio como el de la Real Academia de San Fernando, dominado mayoritariamenate por tradicionalistas y conservadores? Es lo primero que, desde una lógica elemental, planteamos al académico electo.

"Ya el hecho de que me hayan elegido significa algo. Espero no decepcionar a quienes me votaron y merecer algún día la confianza de los pocos que me negaron su voto. Pienso que mi mayor problema en la Academia se planteará desde unos niveles de aceptación. Hay cosas como la música electroacústica, lo aleatorio, no digamos el serialismo, que para mí están superadas y plenamente asumidas. No es cuestión de discutirlas: ya han sido, ya figuran en los libros de historia. Quizá puede haber otros compañeros que todavía no aceptan tales corrientes estéticas y procedimientos técnicos, que los asumen a medias o que los toleran a regañadientes".

Aquí entran en juego realidades histórico-culturales como la tradición y la costumbre, sobre las que, al parecer, versará el discurso de ingreso de Cristóbal Halffter.

"Quisiera abordar esos temas y abordarlos pronto. No se trata de especulaciones teóricas, pues cuanto pueda decir está conectado con mi propia experiencia vital de compositor. En España las tradiciones musicales, y acaso las culturales, se quebrantaron en las postrimerías del XVII y, de hecho, no han vuelto a funcionar con la deseable continuidad. Entonces, nos vemos obligados, como se vio obligado Falla, a esfuerzos de recuperación, a procurar con urgencia de bomberos, estar 'a la altura de las circunstancias' y a tono con el pensamiento vigente en Europa, y, en definitiva, a tratar de crear tradición con vistas al futuro. Nuestro peligro -que, por mi parte, procuraré evitar al máximo- es no volvernos academicistas de signo distinto a los anteriores. Me encanta ser académico; me repugnaría ser academicista. No se trata de correr tras lo que hagan los más jóvenes, sino de entenderlos para poder compartir preocupaciones, afanes y proyectos comunes. Estoy esperanzado con el presente musical español: hay gestos, decisiones y actitudes que, aunque todavía tímidas, me parecen positivos. Sin ser maximalistas, creo que es mucho lo que queda por hacer en la música española. Pienso que lo hemos de hacer entre todos y que la Real Academia puede aportar soluciones y puntos de vista perfectamente valederos. A ellos dedicaré mi esfuerzo como hombre de mi tiempo".