La despenalización del aborto

El Gobierno prepara medidas para facilitar la planificación familiar paralelamente a la despenalización del aborto

El Gobierno ha preparado una serie de medidas paralelas a la proyectada despenalización del aborto en determinados supuestos -tres en total- que, en su conjunto, están destinadas a evitar dentro de lo posible que haya que llegar a la interrupción voluntaria del embarazo. Entre las medidas que se adoptarán se encuentra una mayor protección para las madres solteras, una campaña de información, con carácter nacional, sobre el uso de los anticonceptivos, desde los ambulatorios de la Seguridad Social, y una ampliación del plan de prevención de la subnormalidad.

Asimismo, el Gobierno prevé la...

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El Gobierno ha preparado una serie de medidas paralelas a la proyectada despenalización del aborto en determinados supuestos -tres en total- que, en su conjunto, están destinadas a evitar dentro de lo posible que haya que llegar a la interrupción voluntaria del embarazo. Entre las medidas que se adoptarán se encuentra una mayor protección para las madres solteras, una campaña de información, con carácter nacional, sobre el uso de los anticonceptivos, desde los ambulatorios de la Seguridad Social, y una ampliación del plan de prevención de la subnormalidad.

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Asimismo, el Gobierno prevé la gratuidad de los métodos anticonceptivos y de las consultas de información sobre los mismos, junto a una agilización de los trámites de adopción de bebés por parte de las parejas que no pueden tener hijos.Estas medidas se han elaborado simultáneamente a la reforma urgente de ciertos artículos del Código Penal, que se aprobará el próximo miércoles en Consejo de Ministros, y que contempla la despenalización del aborto en tres supuestos: si el embarazo se produce a consecuencia de una violación; si la vida de la madre corre peligro; y si se presenten malformaciones genéticas en el feto.

El proyecto de despenalización de estos tres supuestos de interrupción voluntaria del embarazo entrará en las Cortes, para su tramitación parlamentaria con carácter urgente, la semana próxima, en cuanto el Gobierno de su aprobación el miércoles. Inmediatamente después, los distintos grupos parlamentarios designarán a los miembros de la ponencia que realizará un primer estudio de la ley. Por parte del PSOE, uno de los ponentes será el actual secretario de la Comisión de Justicia, Antonio Sotillo, que ya protagonizó, junto con Vigilio Zapatero, los debates de la ley del divorcio en anteriores legislaturas.

Una vez aprobada la ley por los integrantes de esta comisión -lo que no ofrece dificultades para los socialistas, puesto que cuentan con holgada mayoría-, el proyecto de ley se debatirá en el pleno del Congreso de los Diputados. Tras seguir idéntico proceso en el Senado, si sufre modificaciones volverá a la Cámara baja y, si no, pasará directamente a la firma del Rey. Cumplido este trámite, se publicará en el Boletín Oficial del Estado. Al día siguiente de su publicación, la ley entrará en vigor.

Resulta prematuro aventurar un calendario concreto para su aprobación, dado que la despenalización de los tres supuestos mencionados de aborto forma parte del primer paquete de medidas de reforma urgente del Código Penal, y por lo tanto, se debatirá en su conjunto. El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, avanzó ayer, como plazo indicativo, tres meses de proceso parlamentario, mientras que Antonio Sotillo lo cifraba entre tres y cuatro meses y medio.

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En cualquier caso, todas las fuentes consultadas coincidieron en señalar que la ley de despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo estará vigente antes del próximo verano. Lo que puede prolongar el trámite parlamentario es la intensidad de los debates, nunca los arreglos o pactos para las votaciones, puesto que los socialistas cuentan con la mayoría absoluta en las dos cámaras legislativas.

El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer a los periodistas que estos tres supuestos de aborto figuraban ya en el programa electoral con el que su partido consiguió diez millones de votos el pasado 28 de octubre, y que el tema había sido planteado con "una gran dosis de prudencia". Felipe González no quiso pronunciarse sobre las razones que inducían a pensar que la despenalización parcial del aborto iba, a ser remitida a las Cortes en el mes de junio y, en cambio, se hace ahora. "Eso se lo explicará a ustedes el ministro de Justicia, que comparecerá en la conferencia de Prensa posterior al próximo Consejo de Ministros", dijo.

El secretario de Estado para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, señaló el mismo día del debate de investidura de Felipe González que la despenalización parcial del aborto se remitiría al Congreso en el mes de junio, cuando entre en la Cámara el segundo y último paquete de medidas para reformar el Código Penal. No obstante, este periódico informó que en el consejo de la pasada semana se había abordado ya la posibilidad de adelantarlo a la última semana de enero o primeros días de febrero, lo que provocó un desmentido oficial.

Las razones del adelanto

Ayer, sólo los ministros conocían las razones de este adelanto y, en virtud del secreto que se comprometen a guardar cuando prometen el cargo, tampoco quisieron dar detalles sobre esta cuestión. No obstante, en algunas conversaciones privadas se apuntaba que en las últimas reuniones del Gobierno se contemplaron varios argumentos: en un principio, que el reciente viaje del Papa a España y su enérgica condena contra cualquier flexibilidad en la despenalización del aborto, unido a la proximidad de las elecciones municipales, podría restar votos, por lo que parecía aconsejable posponerlo hasta el mes de junio.

Sin embargo, parece que han triunfado las tesis de que, por un lado, los diez millones de votos socialistas votaron ya esa despenalización, puesto que así constaba en el programa electoral y así se dijo durante los mítines de la campaña. Por otro lado, el despegue de la acción de Gobierno conlleva un mayor índice de popularidad, puesto que se ha sufrido menos desgaste. También ha podido influir que una vez abierto el debate público con las declaraciones del ministro de Sanidad, Ernest Lluch, a un periódico catalán, lo más conveniente parecía zanjar el tema y que éste estuviera ya formando parte de la vida política y social de los españoles para las legislativas de 1986.

Una última cuestión a destacar es la variación que ha experimentado el tratamiento del aborto en los sucesivos programas electorales del PSOE. Así, en el programa de 1979, se incluía una despenalización del aborto mucho más amplia que la contemplada en el programa de 1982. Ciriaco de Vicente, portavoz en anteriores legislaturas de temas sanitarios, llegó a defender públicamente la despenalización del aborto también por indicaciones sociales, en cumplimiento de lo que decía entonces el programa del partido. Ciriaco de Vicente se negó ayer a hacer cualquier comentario sobre este asunto.

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