NUEVAS EXPECTATIVAS EN EL DIÁLOGO MOSCÚ-WASHINGTON

La 'cumbre' permitió a Moscú llevar a cabo una doble operación

La cumbre del Pacto de Varsovia que se celebró los pasados martes y miércoles en Praga ha permitido a Yuri Andropov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), una doble operación: reafirmar la unidad socialista y la voluntad de paz del Kremlin, proponiendo a la OTAN un tratado de no agresión.

Con respecto al primer punto, Andropov parece haber obtenido plena satisfacción. Los Estados miembros del Pacto de Varsovia han fijado conjuntamente la línea a seguir y ratificado "su voluntad de unirse, de profundizar la comprensión mutua y de coordin...

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La cumbre del Pacto de Varsovia que se celebró los pasados martes y miércoles en Praga ha permitido a Yuri Andropov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), una doble operación: reafirmar la unidad socialista y la voluntad de paz del Kremlin, proponiendo a la OTAN un tratado de no agresión.

Con respecto al primer punto, Andropov parece haber obtenido plena satisfacción. Los Estados miembros del Pacto de Varsovia han fijado conjuntamente la línea a seguir y ratificado "su voluntad de unirse, de profundizar la comprensión mutua y de coordinar su política exterior frente a los preparativos militares de la OTAN", señaló el secretario general del PCUS en una entrevista.

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Por lo que se refiere a la proposición formulada a los países de la OTAN de establecer un pacto de no recurrir a la fuerza militar, Moscú no puede sino felicitarse, dado que este tipo de pacto es lanzado periódicamente por Moscú. Andropov había hecho alusión al mismo el pasado 21 de diciembre con ocasión del 60º aniversario de la creación de la URSS. "Estamos dispuestos a llegar a un acuerdo para que las dos partes renuncien a recurrir, ante todo, no solamente a las armas nucleares, sino también a las convencionales", había declarado.

Durante la cumbre precedente del Pacto de Varsovia, en mayo de 1980, sus participantes insistieron ya en la necesidad de establecer un tratado mundial de no beligerancia y expresaron el deseo de que esta propuesta fuese "acogida favorablemente por parte de la opinión europea y mundial".

La actitud reservada que han mantenido las capitales occidentales, que tienen tendencia a ver en la propuesta del Pacto de Varsovia una nueva maniobra propagandística, sólo podrá proporcionar al Kremlin una nueva ocasión para denunciar los "proyectos de los medios imperialistas agresivos" que Andropov recalcó en su declaración del miércoles en Praga.

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