Cartas al director

Falta de presupuesto

En el Diari Oficial de la Generalitat de 4 de agosto de 1982 apareció una convocatoria para cubrir 20 plazas de colaboradores técnicos (licenciados en Derecho y Ciencias Económicas) en el Departamento de Trabajo de la Generalitat. De entrada ya resultó desastrosa la falta de información respecto a las circunstancias en que debían desarrollarse las pruebas (no se señaló ni las fechas exactas de los exámenes ni el tiempo o modalidad de los ejercicios). Con todo, estas irregularidades han quedado empequeñecidas, se las compara con la actuación posterior del Departamento respecto al desarrollo y...

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En el Diari Oficial de la Generalitat de 4 de agosto de 1982 apareció una convocatoria para cubrir 20 plazas de colaboradores técnicos (licenciados en Derecho y Ciencias Económicas) en el Departamento de Trabajo de la Generalitat. De entrada ya resultó desastrosa la falta de información respecto a las circunstancias en que debían desarrollarse las pruebas (no se señaló ni las fechas exactas de los exámenes ni el tiempo o modalidad de los ejercicios). Con todo, estas irregularidades han quedado empequeñecidas, se las compara con la actuación posterior del Departamento respecto al desarrollo y conclusión de la convocatoria.

Efectivamente, tras la realización de las pruebas escritas (cuyos resultados aparecieron en una se mana), se realizó la prueba oral (última prueba fijada en la convocatoria) y aunque se nos indicó que los resultados serían de inmediata aparición, la realidad ha sido que durante dos meses nos han ido dando largas. Hace unos días, por fin, conocimos dichos resultados, y cuál no ha sido la sorpresa cuan do nos comunican que de las dieciseis plazas previstas para licencia dos en Derecho, sólo se han cubierto cuatro de ellas. Puestos en comunicación con personal del Departament de Treball nos corroboraron aquello que ya sospechábamos: el resto de las plazas no fue cubierto por falta de previsión presupuestaria. No se trata de falta de nivel en los aspirantes sino simplemente de un error administrativo de previsión al convocar las plazas.

Creemos que no es jugando con las personas de esta manera como se consolida el prestigio de una administración que quiere mostrarse ante el ciudadano como un modelo de eficacia. Además, ¿cómo podemos tener la certeza de que la elección de los cuatro candidatos se ha realizado imparcialmente, cuando se tarda dos meses en calificar una prueba que por su carácter de oral impone la necesidad de un resultado inmediato?

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