China prevé un largo y difícil diálogo con la Unión Soviética

La República Popular China está en condiciones de reducir los efectivos militares que tiene desplegados en la frontera con la Unión Soviética en el caso de que ésta haga lo mismo, pero considera que la iniciativa debe partir de Moscú. En cualquier caso, se considera que las negociaciones entre los dos países serán largas y difíciles.Esta posición se desprende de las declaraciones efectuadas por fuentes chinas a propósito de la afirmación realizada por un dirigente soviético, en la que aseguraba que Pekín y Moscú podrían alcanzar un acuerdo sobre reducción de tropas en sus fronteras, que se ext...

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La República Popular China está en condiciones de reducir los efectivos militares que tiene desplegados en la frontera con la Unión Soviética en el caso de que ésta haga lo mismo, pero considera que la iniciativa debe partir de Moscú. En cualquier caso, se considera que las negociaciones entre los dos países serán largas y difíciles.Esta posición se desprende de las declaraciones efectuadas por fuentes chinas a propósito de la afirmación realizada por un dirigente soviético, en la que aseguraba que Pekín y Moscú podrían alcanzar un acuerdo sobre reducción de tropas en sus fronteras, que se extienden a lo largo de 7.500 kilómetros.

Las fuentes chinas juzgaron como importantes las declaraciones del director del diario Pravda, Viktyor Afanassiev, miembro de Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

En la hipótesis de que la URSS reduzca sus efectivos militares en la frontera, China no tendría necesidad de desplegar tantas tropas en sus fronteras, señalaron las fuentes chinas.

La reducción de las fuerzas soviéticas en la frontera, que ha sido esporádicamente escenario de sangrientos choques desde antes de la ruptura chino-soviética de los años sesenta, constituye una de las tres condiciones exigidas por Pekín para una mejora de las relaciones con Moscú.

Un reciente estudio militar japonés estima los efectivos soviéticos desplegados en la frontera en unos 450.000 hombres, y los de China, en un millón y medio de hombres, aproximadamente un tercio del Ejército chino.

Según Pekín, las condiciones que plantea a Moscú están justificadas, ya que sus peticiones tienen como objetivo eliminar una amenaza contra su seguridad.

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Pekín ha subrayado que una verdadera mejora no se producirá entre los dos países mientras no se cumplan todas las condiciones, pero señalan que no es necesario que todos los problemas sean resueltos al mismo tiempo.

China hace un gesto

A diferencia de lo que se ha producido hasta el momento, con una serie de gestos de apertura procedentes del Kremlin, China acaba de hacer gala de un cierto espíritu de conciliación al enviar a los funerales de Leónidas Breznev a una personalidad como Huang Hua, que era en aquel momento ministro de Asuntos Exteriores.

Ningún dirigente chino de tan alto nivel había viajado a Moscú desde 1964, prácticamente después de la crisis chino-soviética.

Huang, al regresar de Moscú -donde se entrevistó durante noventa minutos con el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromyko-, se declaró muy optimista sobre el diálogo Moscú-Pekín.

En su entrevista con los periodistas japoneses, Afanassiev indicó también que el conflicto de Afganistán no puede tener una solución militar.

Una solución negociada en esta guerra permitiría a Moscú retirar a los cerca de 100.000 soldados que ha desplegado en ese país. Afanassiev señaló que Moscú quiere asegurar que Afganistán sea un país no alineado que mantenga relacioz nes de buena vencindad con la Unión Soviética.

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