Los novilleros punteros andan flojos

Curro Durán y Luis Miguel Campano son los ases de la novillería actual. Al menos son los que más torean y los que más suenan en boca de taurinos y aficionados. Los dos actuaron ayer en la novillada ferial de San Sebastián de los Reyes y ambos dieron muy floja impresión de sus posibilidades.

Curro Durán, que presume de esencias toreras, se mostró como un vulgar pegapases. Ya había dado visos de sus rígidas maneras en el segundo, al que lanceó comprometido y pasó de muleta sin gusto ninguno. Y al quinto, el de más presencia del encierro, le hizo una larga faena a base de rebanás...

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Curro Durán y Luis Miguel Campano son los ases de la novillería actual. Al menos son los que más torean y los que más suenan en boca de taurinos y aficionados. Los dos actuaron ayer en la novillada ferial de San Sebastián de los Reyes y ambos dieron muy floja impresión de sus posibilidades.

Curro Durán, que presume de esencias toreras, se mostró como un vulgar pegapases. Ya había dado visos de sus rígidas maneras en el segundo, al que lanceó comprometido y pasó de muleta sin gusto ninguno. Y al quinto, el de más presencia del encierro, le hizo una larga faena a base de rebanás con la derecha y con la izquierda hasta el punto de que el novillo terminó con la cabeza en el palo de la bandera y no había forma de entrarle a matar. Su balance, a las puertas de Madrid, no puede ser más desalentador.

Plaza de San Sebastián de Los Reyes

25 de agosto. Novillada de feria.Novillos de Peñajara, de presencia y juego desigual. Fernando Vera: silencio. Vuelta. Curro Durán: silencio. Silencio. Luis Miguel Campano: oreja. Aplausos.

Luis Miguel Campano tampoco demostró méritos para alzarse con el cetro de los novilleros. En sus dos novillos terminó toreando en los terrenos de tablas, allí donde sus antagonistas habían querido llevarle. No supo, en ningún momento, desengañarlos de sus querencias para tratar de obtener algo positivo. En el sexto, además, dio un feo espectáculo con la espada, pues entraba a matar en terrenos equivocados y con el brazo suelto.

Fernando Vera, con menos humos, hizo lo más meritorio de la tarde. Al principio de la faena de muleta al cuarto novillo, cuajó una serie de naturales ligados en un palmo de terreno y con una cadencia muy torera.

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