No existe una escuela de narrativa andaluza, según Vaz de Soto

"Si se entiende por narrativa andaluza una escuela con rasgos estilísticos propios, creo que no existe tal narrativa", declaró a este periódico el novelista sevillano José María Vaz de Soto, que acaba de presentar en la capital andaluza su última novela, Diálogos de la alta noche, con la que cierra una tetralogía iniciada a principios de los años setenta.En el acto de presentación intervino también el escritor José M. Caballero Bonald, autor de seis libros de poemas y de las novelas Dos días de septiembre, Agata ojo de gato y Toda la noche oyeron pasar pájaros, cuya narrativa bar...

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"Si se entiende por narrativa andaluza una escuela con rasgos estilísticos propios, creo que no existe tal narrativa", declaró a este periódico el novelista sevillano José María Vaz de Soto, que acaba de presentar en la capital andaluza su última novela, Diálogos de la alta noche, con la que cierra una tetralogía iniciada a principios de los años setenta.En el acto de presentación intervino también el escritor José M. Caballero Bonald, autor de seis libros de poemas y de las novelas Dos días de septiembre, Agata ojo de gato y Toda la noche oyeron pasar pájaros, cuya narrativa barroca está ambientada en la baja Andalucía.

"Yo soy andaluz por los cuatro costados y no respondo a ese supuesto estilo común", añadió Vaz de Soto, precisando que sí es cierto que ahora existen en Andalucía más novelistas que poetas, al contrario que en otras etapas históricas, "no se si por azar o por alguna razón sociológica difícil de explicar".

Diálogos de la alta noche forma parte de una tetralogía, integrada además por el Infierno y la brisa, Diálogo del anochecer y Fabián y Salas, en la que dos personajes dialogan y se psicoanalizan mutuamente hasta descubrirse a sí mismos y a una generación, la que hoy tiene alrededor de cuarenta años, como el autor, caracterizada por el pesimismo y la desesperanza. "Creo que la novela debe ser una especie de visión del mundo y en mi caso es una visión pesimista, porque hemos vivido una época mala y, aunque estamos saliendo de ella, siempre queda un fondo difícil de sanar", explica el escritor.

El habla andaluza

José María Vaz de Soto nació en Paymogo (Huelva) en 1938. Catedrático de Literatura y experto en psicología, ha estudiado en profundidad el tema del habla andaluza, sosteniendo su carácter de modalidad adelantada del español. Su primera novela, El infierno y la brisa, finalista del Premio Alfaguara, fue llevada al cine. Otra obra suya, El precursor, también llegó a finalista del Premio Ateneo de Sevilla, en 1974.De estilo sobrio y directo, muy alejado de la complicación y el enredo, a Vaz de Soto le interesa de manera especial el tratamiento psicológico en profundidad de sus personajes. El lo explica con una frase repetida: "A mí lo que me interesa es el reflejo psicológico de las contradicciones de los hijos y abortos del franquismo".

A ello aplica su bisturí literario. "Participé de los presupuestos ideológicos del realismo y comprendo el mérito de El Jarama, una obra maestra en su género", matiza el novelista, "pero no me interesa, porque pienso que la ventaja de la novela sobre el cine es que puede hacer introspección, profundizar".

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