La flota británica, lista para asaltar las Malvinas

La idea de que una invasión de las Malvinas por la flota expedicionaria británica es inminente cobra fuerza por momentos en Argentina, mientras los protagonistas de las gestiones diplomáticas para encontrar una salida negociada al conflicto mantienen un laconismo informativo que no da mucho lugar al optimismo.El secretario de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, afirmaba ayer en Nueva York que no era "ni optimista ni pesimista"; "necesitamos más tiempo para aclaraciones". Parece que el tiempo es precisamente lo que se ha acabado. Cuando el secretario de la ONU formulaba sus declaracio...

La idea de que una invasión de las Malvinas por la flota expedicionaria británica es inminente cobra fuerza por momentos en Argentina, mientras los protagonistas de las gestiones diplomáticas para encontrar una salida negociada al conflicto mantienen un laconismo informativo que no da mucho lugar al optimismo.El secretario de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, afirmaba ayer en Nueva York que no era "ni optimista ni pesimista"; "necesitamos más tiempo para aclaraciones". Parece que el tiempo es precisamente lo que se ha acabado. Cuando el secretario de la ONU formulaba sus declaraciones, fuentes militares británicas aseguraban que la flota del Reino Unido ha aislado la Malvina oriental de la occidental y sus fragatas y destructores patrullan ya libremente por las costas del archipiélago. Margaret Thatcher afirmó ayer en el Parlamento de Londres que la continuación de las negociaciones "no cerraban la puerta a ninguna opción militar".

En las últimas horas, las autoridades argentinas afirman que sus baterías costeras han disparado contra los buques ingleses que están estrechando el cerco del archipiélago, pero la Junta no ha querido comentar el imparable progreso del bloqueo de que dan cuenta las fuentes británicas.

En el Parlamento español, la Comisión de Asuntos Exteriores inició ayer un debate sobre la crisis del Atlántico sur, en el que la oposición criticó duramente la posición del gobierno Calvo Sotelo en la crisis de las Malvinas, a las que respondió el titular de Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca.

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