Próxima exposición del escultor Pablo Serrano en Leningrado

Pablo Serrano, que recibió el pasado viernes el premio Príncipe de Asturias a las Artes, trabaja actualmente sobre una cabeza de Camilo José Cela, calificada de excelente por Domingo García-Sabell. Este mismo año, el escultor premiado en Oviedo expondrá en Leningrado, ciudad a la que posiblemente viajará también el delegado del Gobierno en Galicia.

Un texto publicado por García Sabell en EL PAIS (9-4-82) con el título Pablo Serrano, liberador y encadenador del espacio, será incorporado al catálogo internacional del escultor, como su presentación.El mensaje de la obra de Serrano r...

Pablo Serrano, que recibió el pasado viernes el premio Príncipe de Asturias a las Artes, trabaja actualmente sobre una cabeza de Camilo José Cela, calificada de excelente por Domingo García-Sabell. Este mismo año, el escultor premiado en Oviedo expondrá en Leningrado, ciudad a la que posiblemente viajará también el delegado del Gobierno en Galicia.

Un texto publicado por García Sabell en EL PAIS (9-4-82) con el título Pablo Serrano, liberador y encadenador del espacio, será incorporado al catálogo internacional del escultor, como su presentación.El mensaje de la obra de Serrano revela, según García-Sabell, una gran fe en un fondo humano, existente en todo hombre, abierto y altruista, a veces oculto por los prejuicios y los avatares de la vida, que quedaría el descubierto si se raspara suficientemente.

La realización de una cabeza del propio García-Sabell es otro de los proyectos de Serrano, artista que también trabaja actualmente sobre los panes redondos cortados, que llevados a la plástica consiguen un poder de comunicación extraordinario. La representación de esos panes que se abren partidos, como un ofrecimiento ante las necesidades elementales del hombre, es como una comunión laica; es la hermandad ante el pan elaborado en el amor y para el amor servido; la hermandad por la confianza y la fe en todo. Por ello, García-Sabell cree que en Serrano hay una vivencia religiosa muy profunda en el sentido metafísico. Ve en él, también, a un adorador de la vida: de sus entrañas oscuras y, al tiempo fulgurantes; de su capacidad de volver a empezar por, encima de las miserias y las angustias.

En fin, García-Sabell describió a Pablo Serrano como el artista que atina a encadenar el espacio que no tocamos ni vemos en su esencia.