La unidad del ejército

El bombardeo británico de los accesos al aeropuerto de Port Stanley ha merecido la segunda definición diplomática española sobre la crisis de las Malvinas. Consistió la primera en abstenerse cuando el Consejo de Seguridad votó la resolución condenatoria de la ocupación militar argentina del archipiélago. Ambas actitudes, la de entonces y la de ahora, arrancan de la propia postura de España en la reivindicación de Gibraltar: renuncia al uso de la fuerza y apoyo en la doctrina de Naciones Unidas.Las situaciones determinantes de esta doble definición se han invertido. Si el problema colonial de f...

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El bombardeo británico de los accesos al aeropuerto de Port Stanley ha merecido la segunda definición diplomática española sobre la crisis de las Malvinas. Consistió la primera en abstenerse cuando el Consejo de Seguridad votó la resolución condenatoria de la ocupación militar argentina del archipiélago. Ambas actitudes, la de entonces y la de ahora, arrancan de la propia postura de España en la reivindicación de Gibraltar: renuncia al uso de la fuerza y apoyo en la doctrina de Naciones Unidas.Las situaciones determinantes de esta doble definición se han invertido. Si el problema colonial de fondo al que alude la nota de la Oficina de Información Diplomática, aconsejaba no suscribir la condena del Consejo de Seguridad en el primer momento, ese mismo problema y su necesaria denuncia aportan la base de razón para censurar, deplorándolo, el bombárdeo británico; para calificar de error histórico" la eventual amplíación de las acciones bélicas del Reino Unido y para demandar que se utilicen plenamente, al objeto de evitarlas, los mecanismos del Consejo de Seguridad.(...)

2 de mayo

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