Los acuerdos sobre Lemóniz son un 'gran paso político', según el Gobierno vasco

La necesidad de finalizar cuanto antes las obras de la central nuclear de Lemóniz, como reflejo de la "inequívoca voluntad polítíca sobre la puesta en explotación de la central nuclear" es el mensaje principal del texto de los acuerdos políticos -al que tuvo acceso EL PAÍS- que fueron firmados anteayer en Vitoria por los representantes del Gobierno central y del Gobierno vasco.Mientras el ministro de Industria insistía a los medios informativos en que los mencionados acuerdos no vulneraban la unidad económica del mercado, los representantes del Gobierno vasco hacían especial hincapié en el "gr...

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La necesidad de finalizar cuanto antes las obras de la central nuclear de Lemóniz, como reflejo de la "inequívoca voluntad polítíca sobre la puesta en explotación de la central nuclear" es el mensaje principal del texto de los acuerdos políticos -al que tuvo acceso EL PAÍS- que fueron firmados anteayer en Vitoria por los representantes del Gobierno central y del Gobierno vasco.Mientras el ministro de Industria insistía a los medios informativos en que los mencionados acuerdos no vulneraban la unidad económica del mercado, los representantes del Gobierno vasco hacían especial hincapié en el "gran paso político" que supone la realización del control público sobre Lemóniz.

En el texto de los acuerdos políticos se señala que "el Gobierno vasco, de acuerdo con sus planteamientos ante el Parlamento vasco, ha estudíado con el Gobierno del Estado -en relación con la problemática surgida en torno a la construcción y puesta en explotación de la central nuclear de Lemóniz- fundamental para el futuro energético de Euskadi, las bases para una alternativa de control sobre dicha central, así como otros importantes acuerdos en relación con la distribución y aprovechamiento del gas natural y otras energías".

Desarrollo del proyecto

Las "especiales circunstancias que inciden en el desarrollo del proyecto", figuran en un lugar destacado del documento como factores que han dificultado la normalización de la construcción y puesta en marcha de la central nuclear. Estas circunstancias "obligan a que la Administración central y autónoma coadyuven con el ejercicio de las potestades que les confiere la legislación vigente, tanto en el campo público como en el privado, con vistas a que la central pueda constituir una realidad operativa".La reanudación de las obras depende en estos momentos de Iberduero como empresa propietaria que tiene contratado al personal técnico, mientras el Gobierno vasco procede a la constitución de la sociedad de gestión y la de distribución de gas natural, que quedarán configuradas en un plazo máximo de veinte días.

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