El "ballet" francés de Joseph Russillo impresiona en el Festival de Danza de Valencia

La puesta en escena del mito de Orfeo por el ballet francés de Joseph Russillo ha causado un gran impacto en el público y la crítica que están siguiendo las II Jornadas Internacionales de Danza, organizadas por los teatros de la Diputación de Valencia. Estas se iniciaron el 18 de noviembre con la actuación del bailarín de danza clásica india Astad Deboo, y concluirán el próximo domingo después de la intervención de los bailarines norteamericanos Moses Pendleton y Alison Chase.

La escuela de Russillo, norteamericano de origen italiano, representa actualmente en París uno de los ámbitos d...

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La puesta en escena del mito de Orfeo por el ballet francés de Joseph Russillo ha causado un gran impacto en el público y la crítica que están siguiendo las II Jornadas Internacionales de Danza, organizadas por los teatros de la Diputación de Valencia. Estas se iniciaron el 18 de noviembre con la actuación del bailarín de danza clásica india Astad Deboo, y concluirán el próximo domingo después de la intervención de los bailarines norteamericanos Moses Pendleton y Alison Chase.

La escuela de Russillo, norteamericano de origen italiano, representa actualmente en París uno de los ámbitos de danza más reconocido. Su estilo está marcando una línea distinta a Maurice Bejart. Russillo ha puesto en escena, por ahora, veinte coreografías que parten de la música clásica. Su último montaje gira en torno a la obra del pintor Joan Miró, y en la actualidad prepara una coreografía para la Scala de Milán. La actuación en Valencia supone para este ballet francés la primera vez que pisa un escenario de España.La coreografía de Orfeo está basada en la ópera de Christoph-Willibol Gluck que cuenta la leyenda de la muerte de Eurídice y el descenso de Orfeo a los infiernos en busca de la amada. El ballet reviste momentos de gran belleza en los dúos de los dos primeros bailarines, Daniel Agesilas y Pascaline Verrier.

El amor y la muerte

Este montaje de Russillo, creado para el Festival Italiano de Nervi, en julio de 1980, consigue visualizar el constante conflicto entre el amor y la muerte, entre las tinieblas y la verdad. En este permanente contraste participan los veinte componentes de la compañía, a lo largo de las dos horas en que transcurre el espectáculo.La segunda parte del programa de este ballet francés, en cartel hasta ayer, martes, en el teatro Principal, es una revisión de La consagración de la primavera, de Igor Stravinski, y un conjunto de juegos (games) hilvanados por la música de Listz. Russillo ha resaltado en su coreografía el carácter surgente de la naturaleza en primavera y la vida que lucha por nacer desde el estatismo y la muerte. Los juegos, por su parte, son una cuidada selección de sólida formación académica, presente en la danza de Russillo pese a su estilo vanguardista.

Las jornadas se cerrarán con el espectáculo Momix, de los norteamericanos Moses Pendleton y Alison Chase. Ambos forman parte de Philobolus Dance Theatre, pero desde 1980 decidieron iniciar una gira con montajes propios. La coreografía que presentarán en Valencia corresponde al estilo llamado funki-jazz, animado con la música de Eric Satie, David Sandborn y Chalawa.

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