El violonchelista mexicano Carlos Prieto inicia su gira europea en Madrid
Como preludio de una larga gira europea, el violonchelista mexicano Carlos Prieto ofreció el pasado miércoles un muy interesante recital, en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid. Como siempre en el caso de Prieto, el programa unía valores virtuosísticos y de gran rigor musical a través de un recorrido que comenzaba en la Tercera sonata, op. 69, de Beethoven, para continuar con la suite número 5 de Juan Sebastián Basch.En la segunda parte, dedicada a la música contemporánea, se enfrentaban la Sonata, op. 40, de Dimitri Shostakovitch, de extraordinaria dificu...
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Como preludio de una larga gira europea, el violonchelista mexicano Carlos Prieto ofreció el pasado miércoles un muy interesante recital, en el Instituto de Cooperación Iberoamericana de Madrid. Como siempre en el caso de Prieto, el programa unía valores virtuosísticos y de gran rigor musical a través de un recorrido que comenzaba en la Tercera sonata, op. 69, de Beethoven, para continuar con la suite número 5 de Juan Sebastián Basch.En la segunda parte, dedicada a la música contemporánea, se enfrentaban la Sonata, op. 40, de Dimitri Shostakovitch, de extraordinaria dificultad, y Como una fantasía, página escrita por Joaquín Rodrigo para Carlos Prieto el año pasado, estructurada en tres movimientos: un allegro entre dos adagios.
La colaboración al plano del catalán Angel Soler garantizó el equilibrio necesario entre las dos partes. Por su parte, Carlos Prieto evidenció, una vez más, sus calidades de todo orden que, en poco tiempo, han situado su nombre entres los violonchelistas que cuentan en el panorama musical internacional.
La amplitud de criterio, la riqueza de técnica y la extensión de repertorio hacen del artista mexicano un representante cualificado tanto cuando aborda las grandes páginas de Bach o Beethoven como cuando programa las más altas creaciones de nuestro tiempo: Lutoslawski, Rodolfó Halffter, Joaquín Rodrico, Shostakovitch o Benjamín Britten.
El Instituto Iberoamericano -con el que colaboraba la Embajada de México en Madrid- ha tenido el acierto de organizar este recital y el defecto de una escasísima publicidad que privó a muchos, por falta de información, de asistir a la sala de la avenida de los Reyes Católicos.