Cartas al director

Leches a granel

Soy asiduo lector del diario EL PAIS y he tenido ocasión de leer el artículo publicado el martes día 8 de septiembre en el que se plantea Los ayuntamientos, preocupadospor el aumento de leche a granel.

Como técnico responsable de una central lechera, me creo en el deber de salir al paso y aclarar algunos puntos de su publicación, quizá erróneamente interpretada, pero que puede desorientar al consumidor.

La leche cruda, o sea, tal como sale de la vaquería, puede ser un grave peligro para la salud si ésta no está perfectamente controlada por los departamentos sanitari...

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Soy asiduo lector del diario EL PAIS y he tenido ocasión de leer el artículo publicado el martes día 8 de septiembre en el que se plantea Los ayuntamientos, preocupadospor el aumento de leche a granel.

Como técnico responsable de una central lechera, me creo en el deber de salir al paso y aclarar algunos puntos de su publicación, quizá erróneamente interpretada, pero que puede desorientar al consumidor.

La leche cruda, o sea, tal como sale de la vaquería, puede ser un grave peligro para la salud si ésta no está perfectamente controlada por los departamentos sanitarios, como en el caso de determinadas granjas diplomadas. Esto no se puede poner en duda, ni por ninguna autoridad médica ni sanitaria en ningún país del mundo.

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Nada cabe objetar a la leche higienizada expedida por las centrales lecheras desde el punto de vista sanitario; estas industrias están controladas y cumplen la misión para la que fueron creadas.

Si nos referimos a la calidad de la leche española, comparada con otros países (no todos), aquí sí que los técnicos tenemos mucho que decir. En primer lugar, la lec e no la fabricamos nosotros; nos limitamos a recoger de los productores la calidad que las vacas producen en nuestro país y, debidamente analizada, es sometida a un saneamiento y tratamiento de conservación por los dos únicos medios conocidos: calor y enfriamiento.

Es necesario que la legislación contemple el problema con la realidad de nuestro clima, con temperaturas extremas en la mayoría de los casos. Son necesarios también programas reales de ayuda al ganadero y facilitar los medios necesarios a los técnicos de campo, o

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