Felipe González: "La continuidad del consenso depende de que UCD desmienta nuestro supuesto pacto con el PCUS"

El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, remitió ayer una carta al presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, en la que le expresa la opinión que le merece la publicación, en un boletín interno de Unión de Centro Democrático (UCD), de unos supuestos pactos suscritos, en diciembre de 1977, entre el PSOE y el PCUS, en los que, entre otras cosas, los socialistas se comprometían a oponerse al ingreso de España en la OTAN a cambio del «apoyo concreto de la Unión Soviética al PSOE, para que éste alcanzara el poder en España en el más breve plazo».
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El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Felipe González, remitió ayer una carta al presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, en la que le expresa la opinión que le merece la publicación, en un boletín interno de Unión de Centro Democrático (UCD), de unos supuestos pactos suscritos, en diciembre de 1977, entre el PSOE y el PCUS, en los que, entre otras cosas, los socialistas se comprometían a oponerse al ingreso de España en la OTAN a cambio del «apoyo concreto de la Unión Soviética al PSOE, para que éste alcanzara el poder en España en el más breve plazo».

Tal indignación ha causado esta acción de UCD a Felipe González que ayer, en una conferencia de Prensa celebrada en Madrid, no dudó en calificar de «mentirosos a conciencia» a sus autores y advirtió que su partido ha iniciado ya un estudio jurídico para pedir las responsabilidades penales que pudieran derivarse de su publicación, y advirtió que si el Gobierno continúa en esta línea de actuación «el consenso se verá seriamente amenazado».El conflicto entre PSOE y UCD por causa de estos supuestos pactos surgió hace tres días, cuando los responsables de la información interna del partido del Gobierno decidieron insertar en un boletín destinado a sus militantes y direcrites una información de la revista Caria del Este, publicación de difusión muy restringida y financiada, según se puso de manifiesto en la mencionada conferencia de Prensa, por «aquellos servicios norteamericanos que subvencionan igualmente a Radio Liberty y a otros medios de propaganda similares». El enfado de Felipe González obedece a que se trata de una información publicada en el número uno de Carta del Este, el 16 de febrero de 1978, y que, a su juicio, no ofrece la más mínima credibilidad.

De hecho, en la citada revista aparece, en su primera página, una información fechada en Moscú y no firmada por nadie (tan sólo figura la frase correspondencia particular), relativa a dichos pactos secretos. Estos se habrían firmado -según el citado panfleto- en diciembre de 1975, durante una visita que Felipe González realizó a la Unión Soviética, y la persona que escribe la noticia cita como fuentes informativas «rumores que circulan insistentemente en la capital soviética, concretamente en la reducida colonia de españoles». El hecho de que UCD haya reproducido una información tan poco fíable, ajuiciodel PSOE y, sobretodo, el momento elegido para ello, han sido los detonantes de la indignación del secretario general de los socialistas españoles, que ha interrumpido sus vacaciones veraniegas expresamente para aclarar lo que él no duda en calificar de «injurias, difamaciones y calumnias lanzadas por un grupo de rrientirosos».

Este grupo de mentirosos, «sean quienes sean, y el PSOE averiguará la identidad de todos los que estén involucrados en la maniobra», están ya «abolutamente descalificados» para Felipe González, quien añadió tajante: «Estas personas no existen políticamente para mí. Por tanto, jamás intervendré en ninguna conversae pacto o necociación en la que sean ellos interlocutores».

Felipe González se mostró especialmente sorprendido por la gestación de este proceso: «La primera vez que se habló de estos pactos fue durante la celebración de un seminario sobre España la OTAN», dijo. «En aquella ocasión», prosiguió, «cierto personaje frívolo de UCD mencionó estos pactos. Era el pasado 11 de julio y estaba en marcha todo el proceso de la negociación autonómica con el Gobierno. Yo le expresé entonces a Calvo Sotelo que romperíamos nuestras relaciones inmediatamente si el Gobierno permitía tales infundios en su partido». Sigguiendo con el relato de Felipe González, la campaña cesó inmediatamente. Sin embargo, a escasos días de la firma de los acuerdos UCD-PSOE sobre autonomías, se ha publicado dicha información en el boletín de UCD.

«No sé si están iniciando el rompimiento de las relaciones entre ellos y nosotros para empezar la guerrasucia. Yo sé muchas cosas de UCD que hasta ahora no he difundido, y tampoco pienso hacerlo porque no es mi estilo político. Lo que de verdad no entiendo es cómo el Gobierno, si de verdad cree que nosotros hemos comprometido la soberanía de España pactando con la URSS, se atreve a firmar los pactos autonómicos. Yo, desde luego, sería incapaz de sentarme en la misma mesa con individuos de tal catadura moral. Y, sin embargo, ellos lo han hecho. "¿No será», se preguntó Felipe González, «que el Gobierno sabe que todo eso es mentira? Y, en ese caso, ¿por qué lo publican entonces?».

Para el dirigente socialista, la respuesta está clara: coincide con el anuncio del PSOE de iniciar una campaña en contra dela integración de España en la OTAN y de solicitar un debate público y un referéndum popular. «Ahí está la clave de la calumnia», dijo, «porque eso les ha puesto muy nerviosos». Pero, según comentó, otros dos factores han influido en la actitud del partido del Gobierno: «La UCD no debe digerir que nosostros celebremos nuestro congreso en octubre en plena calma, y están tratando de sembiar la confusión en nuestro interior». Y el otro, de mayor trascendencia política: «No pueden aceptar que los últimos sondeos y encuestas evidencien hasta qué punto ha aumentado el apoyo popular hacia el PSOE. Y no pueden aceptar que se deba a nuestra capacidad y responsabilidad política, y por eso tienen que lanzar campañas de intoxicación».

Además de eso, añadió Felipe González: «Lo que me resulta más incalificable es que hay un elegido para lanzar la calumnia precisamente un momento en el que la extrema derecha está lanzando otra campaña de intoxicación contra los partidos y la dernocracia. Y en plena filtración del suiriarlo del 23-F, que es cuando deberíamos presentarnos ante la opinión pública más unidos que nuiica, resulta que son gente del propio Grupo Parlamentario de UCD quienes le están haciendo el juego a la ultraderecha golpista».

Por tanto, en su opinión, «el Gobierno está obligado a cortar este enfrentamiento de bala estofa, que, fundamentalmente. perjudica gravemente la estabilidad democrática», ya que la centinuidad del consenso iniciado entre los dos grandes partidos parlamentarios españoles, a raíz del frustrado golpe de Tejero, «está seriamente amenazado si la actitui del Gobierno no es la de terminar radicalmente con estos métodos de política sucia».

Asimismo calificó de «absolutamente falsas» las informaciones recientemente difundidas por «una personalidad centrista» a la agencia Europa Press sobre otros pactos del PSOE, esta vez con UCD, respecto a la implantación de cadenas privadas de televisión en nuestro país.