La filosofía facilita la relación de los expertos con el mundo real, según Habermas

Una de las funciones actuales de la filosofía es para el representante de la escuela de Francfort, Jür en Habermas, la de facilitar la conexión de los expertos con el mundo real, es decir, la de servir de intermediario y traductor entre los especialistas y el mundo de la vida y de los problemas cotidianos. Esta es una de las ideas expresadas por el filósofo alemán en el congreso internacional de filosofía que acaba de clausurarse en Stuttgart (República Federal de Alemania), y que tuvo como tema fundamental el del análisis de la vigencia de las ideas de Kant y Hegel.

Durante tres días, ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una de las funciones actuales de la filosofía es para el representante de la escuela de Francfort, Jür en Habermas, la de facilitar la conexión de los expertos con el mundo real, es decir, la de servir de intermediario y traductor entre los especialistas y el mundo de la vida y de los problemas cotidianos. Esta es una de las ideas expresadas por el filósofo alemán en el congreso internacional de filosofía que acaba de clausurarse en Stuttgart (República Federal de Alemania), y que tuvo como tema fundamental el del análisis de la vigencia de las ideas de Kant y Hegel.

Más información

Durante tres días, novecientos filósofos y estudiosos de Ia filosofía de de todos los países y orientaciones filosóficas debatieron bajo el lema ¿Kant o Hegel?, el tema Las formas de fundamentación en la filosofía, en un congreso organizado por la Asociación lnternacional Hegeliana, con motivo del 150º aniversario del nacimiento del filósofo.El 150º aniversario de Hegel coincidió con el 200º de la aparición de La crítica de la razón pura, de Kant, lo que parece inspiró a los organizadores para unir el nombre de los dos grandes pensadores bajo un signo de interrogación, que servía de lema al congreso.

Al cabo de los tres días, las diferencias entre el fundamentalismo kantiano y el holismo hegeliano quedaron una vez más de manifiesto, pero no faltaron por parte de los asistentes al congreso de Stuttgart esfuerzos para lograr una aproximación.

En este esfuerzo superador de las propias barreras y dogmas se pudo contemplar en Stuttgart cómo la filosofia analítica norteamericana, con Davidson y Putnaz, intenta integrar a Hegel. Sin embargo, un marxista, algo heterodoxo, Oskar Negt, aseguré que en muchos puntos Marx está más próximo a Kant que a Hegel, lo que sonó a herejia a los oídos de los marxistas dogmáticos. La estrella del congreso fue el filósofa-sociólogo-pensador Jürgen Habermas, que se pronunció contra la división del trabajo entre la filosofía y las ciencias. Habermas asigna a la filosofía el papel de «guardián de la racionalidad» y encargada de solucionar los problemas de transmisión.

Para Habermas, la filosofía puede facilitar la conexión de los expertos encerrados en sus cápsulas con el mundo real y deberá cumplir la función de traductor, entre la vida cotidiana y el mundo de los especialistas.

Según Habermas, el fundamentalismo de Kant convirtió a la filosofía en acomodador de la ciencia y esto es un error. A la filosofía le corresponde el papel de representante o de intérprete, de mediador, en opinión de Habermas.

Al margen, del congreso se estableció un verdadero mercado de cátedras, derechos de traducción y feria del libro entre los filósofos venidos de todos los puntos del planeta, de un lado y de otro del llamado telón de acero.

El presidente de la Asociación Hegeliana, Dieter Henrich, se felicitó de que el congreso de Stuttgart transcurriese sin «conflictos y con intensidad teórica». Los filósos quedaron citados para dentro de seis años de nuevo en Stuttgart la ciudad natal de Hegel, para discutir, bajo el lema ¿Metafísica?, así, con el inevitable signo de interrogación.

No faltó en el congreso hegeliano-kantiano la presencia de los políticos. El alcalde democristiano de Stuttgart, Manfred Rommel, hijo del célebre mariscal, es un hombre de humor y talante liberal, que animó a los filósofos a plantearse de nuevo las cuestiones de la filosofía clásica y, sobre la base de las nuevas aportaciones de la ciencia, tratar de encontrar respuestas para la totalidad.

El ministro de Ciencia y Arte del Estado de Baden-Wurtemberg, el democristiano Helmut Engler, dijo que si se mira atrás, a las dos últimas décadas, se puede reforzar la sospecha de que la filosofía se encuentra en un proceso de desintegración, y se pronunció a favor de que «políticos, especialistas tecnológicos y generalistas filosóficos se sienten en una misma mesa».

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En