El artista y los intelectuales

Antonio Bonet Correa, catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense, pronunció ayer una conferencia sobre Picasso y los intelectuales, en la galería Egam, de Madrid, dentro del programa de exposiciones y actos en nueve galerías madrileñas con motivo del centenario del pintor.El profesor Bonet explicó las relaciones de intelectuales y críticos españoles, desde la generación del 98 a la actualidad, frente a la obra. artística de Picasso, admitida siempre en términos minoritarios. En su primera época, el pintor conoce en Madrid los juicios de Baroja y Unamuno, aunqu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Antonio Bonet Correa, catedrático de Historia del Arte en la Universidad Complutense, pronunció ayer una conferencia sobre Picasso y los intelectuales, en la galería Egam, de Madrid, dentro del programa de exposiciones y actos en nueve galerías madrileñas con motivo del centenario del pintor.El profesor Bonet explicó las relaciones de intelectuales y críticos españoles, desde la generación del 98 a la actualidad, frente a la obra. artística de Picasso, admitida siempre en términos minoritarios. En su primera época, el pintor conoce en Madrid los juicios de Baroja y Unamuno, aunque los escritores del 98 consideran a Zuloaga el máximo exponente de la pintura española.

La obra de Picasso, según el conferenciante, no se reconoce en el arte español hasta los años treinta, al no ser comprendida y admitida, salvo excepciones. Eugenio d'Ors, por ejemplo, pretendía que fuese un pintor clásico al estilo italiano. Antes de la guerra civil, se comenta y se conoce su obra en los círculos minoritarios de la vanguardia artística. Ramón Gómez de la Serna comprendió bien el arte de Picasso, así como Ramiro de Maeztu.

Más información

En tomo a las relaciones de Picasso con las autoridades oficiales, el profesor Bonet se refirió a una frustrada exposición organizada por la República, que no se llegó a realizar por problemas económicos, y la airada reacción de Salvador de Madariaga sobre la postura del pintor.

Después de la guerra, la vanguardia y la izquierda potenciaron la imagen de Picasso, a partir del cuadro Guernica y la serie Sueño y mentira de Franco, mientras que el franquismo insistió en la figura del pintor como comunista y enemigo de España.

El profesor Bonet comentó a este periódico que Picasso tuvo una relación humana muy directa con la gente, sin entrar en polémicas sobre las opiniones en torno a su obra. Sus mejores amigos fueron los poetas, en especial los franceses Max Jacob, Apollinaire, Eluard, Aragón, y con los españoles en París mantuvo una relación de compañero por encima del artista consagrado desde el reconocimiento de Francia a su obra.

La galería Egam mantiene hasta el 11 de julio una exposición sobre Picasso en los libros, con una muestra de unos trescientos títulos dedicados al pintor.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En