La banca extranjera en España tiende a un crecimiento menor en 1981

Las posibilidades de crecimiento de la banca extranjera en España han alcanzado prácticamente un techo, y durante el año 1981 los bancos extranjeros instalados en nuestro país tenderán a crecer más despacio, según manifestó ayer Larry Gibb, director del Continental Bank de Chicago en España.

En el acto de presentación de los resultados del banco durante el primer año de actividad en Madrid, Larry Gibb admitió que éste ha sido particularmente bueno para su entidad, dentro del contexto-favorable para toda la banca extranjera que actúa en España.En el período marzo 1980-marzo 1981, el Cont...

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Las posibilidades de crecimiento de la banca extranjera en España han alcanzado prácticamente un techo, y durante el año 1981 los bancos extranjeros instalados en nuestro país tenderán a crecer más despacio, según manifestó ayer Larry Gibb, director del Continental Bank de Chicago en España.

En el acto de presentación de los resultados del banco durante el primer año de actividad en Madrid, Larry Gibb admitió que éste ha sido particularmente bueno para su entidad, dentro del contexto-favorable para toda la banca extranjera que actúa en España.En el período marzo 1980-marzo 1981, el Continental Bank arrojó un balance de créditos realizados en España de 23.000 millones de pesetas, de los que 17.317 millones han sido utilizados por los clientes. La actividad principal ha correspondido al mercado local interbancario y mercado de letras, en un 75%, mientras que el resto han sido actividades en divisas.

Larry Gibb opinó también sobre el impacto de los recientes acontecimientos políticos sobre la economía española y aventuró que « acontecimientos como los de ayer, efectivamente, no producen tranquilidad», aunque añadió que su banco no va a suspender sus planes en España.

Respecto a la evolución de la economía española y mundial, el Continental Bank, a través de su experto en nuestro país, el economista Christopher Kwlencinski, ha realizado un análisis macroeconómico de la situación, en el que se contradicen algunos de los parámetros adelantados por las autoridades españolas.

En concreto, el Continental Bank, sexto en el ranking de la banca norteamericana, estimó una inflación del 16% para 1981 y un déficit por cuenta corriente de 7.000 millones dólares, junto a una paridad del dólar de 89 pesetas. La relativa alta cifra de la inflación, frente a las estimaciones oficiales, fue justificada por el experto del banco de Chicago en función del efecto inflacionista de una moneda con baja cotización.

Respecto a la evolución de la peseta, Christopher Kwiencinski opinó que ésta dependerá de las fluctuaciones del dólar y de los tipos de interés en Estados Unidos. Por su lado, la divisa norteamericana perderá algo de su alta cotización en los próximos meses, posiblemente después del verano, en, gran parte, como consecuencia de la esperada caída que se producirá en el tipo de interés preferencial estadounidense (prime rate).

Según el Servicio de Estudios del Continental, el intento de golpe de Estado del pasado 23 de febrero, «no ha afectado probablemente en un grado significativo el panorama económico español». No obstante, añade, «existe una impaciencia que aumenta respecto a los persistentes problemas económicos del país. También es muy pronto para estimar hasta qué punto se va a tener éxito a la hora de poner un mayor énfasis en la solución de los problemas económicos».

Para el Continental Bank, existen dos hechos muy importantes en el sector exterior: el déficit comercial se dobló en 1980, como consecuencia del fuerte incremento de la factura petrolera y pese a la ligera recuperación de la competitividad exterior de los productos de exportación. En segundo lugar, la peseta se ha deteriorado en un 20% frente al dólar, y en un 11%, en términos comerciales.

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