El Ministerio de Hacienda plantea la posibilidad de que los salarios suban entre el 5% y el 8%

El Ministerio de Hacienda tiene planteada como hipótesis más probable para elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 1982 un incremento salarial para los funcionarios que oscila entre el 5% y el 8%. Este porcentaje tan bajo en la subida del salario sería un fiel reflejo del que podría llegarse en las conversaciones tripartitas contra el paro, que sufrieron ayer un nuevo retraso.

Al mismo tiempo que se intenta llegar a un acuerdo global sobre el empleo, uno de cuyos componentes más significativos es un pacto salarial, Hacienda trabaja a marchas forzadas sobre la cuantificación de...

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El Ministerio de Hacienda tiene planteada como hipótesis más probable para elaborar los Presupuestos Generales del Estado de 1982 un incremento salarial para los funcionarios que oscila entre el 5% y el 8%. Este porcentaje tan bajo en la subida del salario sería un fiel reflejo del que podría llegarse en las conversaciones tripartitas contra el paro, que sufrieron ayer un nuevo retraso.

Al mismo tiempo que se intenta llegar a un acuerdo global sobre el empleo, uno de cuyos componentes más significativos es un pacto salarial, Hacienda trabaja a marchas forzadas sobre la cuantificación de los Presupuestos para el año que viene. La estrategia de este año es sustancialmente diferente a la de anteriores ejercicios. Otros años, Hacienda fijó un porcentaje de incremento salarial para los funcionarios que servía de espejo para la banda salarial que la patronal CEOE y la central sindical UGT acotaron en el acuerdo-marco interconfederal y en su revisión posterior para 1981.Para 1982, fruto de la política de concertación en materia económica, se ha invertido el sistema: Hacienda esperará o hará simultáneamente público el incremento de los funcionarios en -el momento en que se llegue a un acuerdo Gobierno-patronal-sindicatos sobre el empleo en el que se incluya el pacto salarial, que podría quedar entre el 5% y el 8%, si no hay oposición radical de los sindicatos.

Este sistema de indicar la subida salarial del sector público, en base a los acuerdos llegados para el privado, ha sido criticado a este periódico por un economista independiente, afirmando que «el Gobierno pretende sacar adelante los Presupuestos, eliminando la conflictividad de los funcionarios, pero desmantelando a los sindicatos con una subida tan baja. Los sindicatos están bajo el síndrome Tejero, con poca disponibilidad para reivindicar subidas más altas. Este es un planteamiento suicida a medio y largo plazo».

Diferentes hipótesis

Esta crítica no es justa, sin embargo, en toda su extensión. La Subsecretaría de Presupuestos no ha cuantificado de modo definitivo las instrucciones para el presupuesto-82, sino que está estudiando diversas hipótesis, considerando todas las circunstancias posibles: que no haya acuerdo sobre el paro, todo siga igual y las magnitudes se comporten conforme a su evolución prevista (inflación del 15%, crecimiento histórico de las inversiones públicas, incremento vegetativo de los impuestos, crecimiento del PIB entre el 2,5 % y el 3 %, etcétera); que los salarios se contengan en el 6% y entre las contrapartidas haya un aumento de las inversiones públicas hasta llegar a los 850.000 millones, y una mayor aportación del Estado a la Seguridad Social, en torno a los 325.000 millones, etcétera. El juego entre incrementos salariales, aumentos de la inversión pública y de la aportación del Estado a la Seguridad Social, ha sido considerado por Hacienda en, al menos, cinco borradores provisionales, que cuantifican las directrices presupuestarias.Por otra parte, hay más novedades en el sistema y en los plazos de realización del presupuesto. Hasta ahora, Hacienda dirigía a los diferentes ministerios unas directrices iniciales con la filosofía general, que luego eran discutidas. Este año ha habido reuniones de todos los departamentos, coordinados por Hacienda, sin documento inicial durante el mes de marzo, de modo que antes de Semana Santa ya estaban preparadas conjuntamente las. líneas maestras cualitativas del presupuesto.

El ritmo ha disminuido durante abril por el parón sufrido en las negociaciones sobre el empleo. En el mes actual, Hacienda espera el acuerdo definitivo de la concertación para plasmar un primer documento con las directrices cuantitativas. En este sentido, se tenía la esperanza puesta en la reunión que mañana deberían haber tenido la Administración (con Calvo Sotelo al frente), CC OO, UGT y CEOE, calificada de maratoniana, de la que alguno de los interlocutores no descartaba que fuese cuasi definitiva. Sin embargo, esta reunión fue desconvocada en la tarde de ayer, según Efe, por coincidir con el Comité Ejecutivo de UCD. Asimismo, fue aplazado el encuentro que también ayer deberían haber tenido CC OO y UGT, que se celebrará hoy.

Segunda vuelta en el mes de junio

En el mes de junio, Hacienda tendrá una segunda vuelta de discusiones con los ministerios, en la que se «repartirá la tarta» de las inversiones, teniendo en cuenta que una limitación salarial llevará indefectiblemente asegurada una extensión del resto de los gastos corrientes. En julio quedaría prácticamente plasmado el documento presupuestario definitivo, para limar las últimas distancias en septiembre. Como se sabe, el 1 de octubre el presupuesto ha de estar entregado en el Congreso de los Diputados.

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