El realizador Kontchalovsky presentará en Madrid su película "Siberiada"

El próximo lunes se estrena en Madrid la primera parte de la película Siberiada del realizador soviético Andrei Mikhalkov Kontchalovsky, ganadora del premio especial del jurado del pasado festival de cine de Cannes y conocida en España en el I Festival Internacional de Cine de Sevilla. El propio autor vendrá a Madrid el próximo jueves y asistirá también pase de su película Tío Vania, en la Filmoteca. El estrenó de Siberiada coincide con una amplia representación del cine soviético en la Semana de Cine de Autor de Málaga, con documentales de Roman Karmen, el nuevo montaje de ¡Viva México!, de ...

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El próximo lunes se estrena en Madrid la primera parte de la película Siberiada del realizador soviético Andrei Mikhalkov Kontchalovsky, ganadora del premio especial del jurado del pasado festival de cine de Cannes y conocida en España en el I Festival Internacional de Cine de Sevilla. El propio autor vendrá a Madrid el próximo jueves y asistirá también pase de su película Tío Vania, en la Filmoteca. El estrenó de Siberiada coincide con una amplia representación del cine soviético en la Semana de Cine de Autor de Málaga, con documentales de Roman Karmen, el nuevo montaje de ¡Viva México!, de Eisenstein, y Stalker, de Andrei Tarkovski.

En la Unión Soviética se pueden llegar a tirar 2.500 o 3.000 copias de una película de éxito. Una mala producción puede llegar a ser vista por más de cincuenta millones de personas y dar el 1.000% de su inversión. Esto se debe a que a los soviéticos les gusta mucho el cine y a que es el único espectáculo nacional. Tal vez por ello la difusión del cine soviético en el extranjero es mínima y la mayoría de las veces está únicamente motivada por unos discutibles criterios de calidad a través de su presencia en festivales internacionales y semanas de cine.El cine soviético es de una gran variedad, dada su absoluta descentralización. En cada una de las quince repúblicas que constituyen la URSS hay, por lo menos, un estudio cinematográfico con autonomía propia de producción. Las repúblicas con una mayor tradición cinematográfica son Rusia, Georgia, Armenia, Kirghisistan y Ucrania. Hay una rígida censura que hace muy difícil tocar temas de actualidad desde unos planteamientos críticos. Se ha alcanzado un elevado nivel medio de producción a través de unos géneros tradicionales donde ocupan los primeros lugares las películas sobre la segunda guerra mundial y las adaptaciones de obras clásicas de la literatura realizadas con gran amplitud de medios.

Kirghisistaní de nacimiento, Kontchalovsky estudia en la famosa Escuela de Cine de Moscú. Hace algunos cortometrajes y colabora en varios guiones. Con su primer largometraje, El primer maestro (1965), obtiene un gran éxito, en el Festival de Venecia.

Nido de nobles (1969) está basada en un guión escrito por el propio Kontchalovsky sobre la novela homónima publicada por Turgueniev en 1859. Es una producción de los estudios Mosfilm realizada con un elevado presupuesto, en color.

Su siguiente película, Tío Vania (1970), tiene un planteamiento muy similar. Ahora el punto de partida es la famosa obra teatral del genial Anton Paviovich Chéjov (1860-1904).

Para El romance de enamorados (1972) parte de un guión original y unas condiciones de producción similares. El resultado peca de un exceso de romanticismo y es muy inferior al de sus otros trabajos. Poco después comienza a escribir el guión y a preparar la más ambiciosa de sus películas, Siberiada (1979). Es una enorme superproducción donde a través de cinco episodios, con un total de casi cuatro horas, de duración, cuenta la historia de tres generaciones entre 1900 y 1965 habitantes de un pequeño pueblo de Siberia.

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