El patriarca de la escultura británica
El octogenario escultor Henry Moore, considerado como el padre de la moderna escultura británica y uno de los artistas más celebrados e imitados de nuestro tiempo, nació en Castleford el 30 de julio de 1898, en el seno de una modesta familia -su padre era minero de Yorkshire-, y desde edad muy temprana dio muestras de su vocación artística.Tras un breve período dedicado a la enseñanza y su participación en la primera guerra mundial en calidad de instructor de bayonetas, con grado de cabo, Henry Moore se matricula, en 1919, en la Escuela de Arte de Leeds, donde estudió durante dos años, hasta q...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
El octogenario escultor Henry Moore, considerado como el padre de la moderna escultura británica y uno de los artistas más celebrados e imitados de nuestro tiempo, nació en Castleford el 30 de julio de 1898, en el seno de una modesta familia -su padre era minero de Yorkshire-, y desde edad muy temprana dio muestras de su vocación artística.Tras un breve período dedicado a la enseñanza y su participación en la primera guerra mundial en calidad de instructor de bayonetas, con grado de cabo, Henry Moore se matricula, en 1919, en la Escuela de Arte de Leeds, donde estudió durante dos años, hasta que obtiene una beca para el Royal College of Art de Londres.
A partir de su primera exposición individual, en la galería Leicester, de Londres, hasta su consagración artística internacional, que le ha reportado numerosos títulos y honores, la obra de Henry Moore como escultor, dibujante, grabador y litógrafo se ha presentado al público en museos y galerías de todo el mundo. Muchas de ellas forman parte de las colecciones nacionales de unos treinta países. Más de cien exposiciones retrospectivas de la obra del artista, de origen irlandés, se han celebrado en los últimos treinta años; desde la que se exhibió en la Tate Gallery de Londres en 1951 hasta la de Forte di Belvedere (Florencia), en 1972.
Con motivo de su 80º aniversario, en 1978, se le conce dieron la Medalla Austriaca de Ciencia y Arte y la Grosse Goldene Ehremzeichen, en la ciudad de Viena.