Hallado en Madrid un documento desconocido del "arte efímero" del barroco

Se refiere a la entrada triunfal de Fernando VI en la capital de España

Una de las manifestaciones que alcanzaron su apogeo en tiempos del barroco fue aquella que reivindicó «el arte efímero», realizado con materiales de corta duración y referido, sobre todo, a celebraciones urbanas de carácter conmemorativo. Hoy, cuando por otros cauces se llega a reivindicar lo efímero en el mundo del arte, comienza a estudiarse como se merece este aspecto de aquella época. Uno de los ejemplos de esta investigación acaba de ser conocido en Madrid: un documento prácticamente desconocido relativo a la entrada triunfal de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza en la capital de...

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Una de las manifestaciones que alcanzaron su apogeo en tiempos del barroco fue aquella que reivindicó «el arte efímero», realizado con materiales de corta duración y referido, sobre todo, a celebraciones urbanas de carácter conmemorativo. Hoy, cuando por otros cauces se llega a reivindicar lo efímero en el mundo del arte, comienza a estudiarse como se merece este aspecto de aquella época. Uno de los ejemplos de esta investigación acaba de ser conocido en Madrid: un documento prácticamente desconocido relativo a la entrada triunfal de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza en la capital de España.

La Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid ha editado un curioso manuscrito del. siglo XVIII, hasta ahora desconocido, en el que se relata pormenorizadamente el aparato festivo que se hizo en Madrid con motivo de la entrada triunfa¡ de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza en la capital durante el mes de octubre de 1746.El título exacto del manuscrito, que ha sido hallado y estudiado por la historiadora del arte Virginia Tovar Martín, profesora de la Universidad Autónoma de Madrid, es el siguiente: Relación puntual de la entrada pública, que hicieron en su Villa y Corte de Madrid los Augustísimos Reyes de España Emperadores del Nuevo Mundo D. Fernando VI y Dª María Bárbara y de los festejos que allí hubo con tan plausible motivo. Escrita y dada a luz de orden de su Majestad (días, 10, 11, 12 y 13 de octubre del año 1746). En realidad, como era tradición antigua, los encargados de montar todo este aparato fueron los cinco gremios mayores de Madrid, lo cual indudablemente enriquece el interés de este manuscrito, que así añade datos sociológicos a los puramente artísticos.

Aunque la recuperación y la edición de un manuscrito antiguo desconocido tiene siempre un interés objetivo por sí mismo, en el caso concreto de éste que ahora comentamos conviene resaltar su importancia específica que proviene, en primer término, de la naturaleza de lo que trata y, en segundo, de la gran cantidad de datos que aporta sobre las características de la tramoya festiva y sus artífices. Respecto a la naturaleza de su tema -la descripción de una entrada triunfal-, hay que decir que es un asunto que se inscribe en el importantísimo capítulo del llamado arte efímero, que cada vez interesa más, con plena justicia, a la histonografía actual.

Carácter conmemorativo

El arte efímero, que es aquel que, como su denominación indica, reúne todas las obras realizadas voluntariamente con materiales de corta duración; se refiere a la amplia serie de celebraciones urbanas de carácter conmemorativo, ya fueran fúnebres o festivas, que revestían las ciudades con un disfraz fastuoso. El estudio de estas manifestaciones tiene, en principio, dos razones fundamentales para justificar su enorme interés: siendo, en primer lugar, una escenografía simbólica, su desciframiento contribuye a ampliar nuestra información sobre la visión del mundo de la sociedad del antiguo régimen, pero también, en segundo, al estar levantada con materiales maleables que permitían libertades expresivas imposibles en la piedra, su conocimiento, a través de la descripción y de las láminas grabadas, completa sustancia mente lo que sabemos sobre las posibilidades artísticas del pasado.Por estas y otras razones, este aspecto de la historia del arte, que alcanzó su apogeo durante el barroco, está comenzando ahora a ser estudiado como se merece. En nuestro país, en concreto, que hasta hace poco apenas se contaba con poco más que esa excelente bibliografía de Alenda y Mira, publicada en 1903, sobre las solemnidades y fiestas públicas en España, el tema empieza afortunadamente a llamar la atención. No hace mucho, por ejemplo, Vicente Lleó publicó un estupendo trabajo sobre el Corpus sevillano, y ahora Virginia Tovar, que es una reconocida experta en la arquitectura madrileña de los siglos XVII y XVIII, nos proporciona el estudio de este manuscrito de 1746, que, perteneciente a los fondos del Archivo de Palacio, contiene importantes noticias tanto desde el punto de vista iconográfico como documental, ya que es uno de los pocos que hace una relación nominal completa sobre los artífices que intervinieron en la construcción de esta entrada triunfal.

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