El PC de Euskadi pide la restitución pública de la personalidad artística de Ibarrola

«La clausura de mi exposición en Zaragoza, por decisión del alcalde socialista, tras vincularla de forma inconcebible con el atentado de un militar en esa capital, no es sólo una agresión a mi personalidad como artista y luchador por la democracia y la paz, sino un atentado a la libertad de expresión reconocida en la Constitución, y, aún más, a la cultura nacional del pueblo vasco», declaró el pintor Agustín Ibarrola, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada, en la sede del PC de Euskadi, en Bilbao.

En la misma intervino, en primer lugar, el secretario general, Roberto Lertxun...

«La clausura de mi exposición en Zaragoza, por decisión del alcalde socialista, tras vincularla de forma inconcebible con el atentado de un militar en esa capital, no es sólo una agresión a mi personalidad como artista y luchador por la democracia y la paz, sino un atentado a la libertad de expresión reconocida en la Constitución, y, aún más, a la cultura nacional del pueblo vasco», declaró el pintor Agustín Ibarrola, en el curso de una conferencia de Prensa celebrada, en la sede del PC de Euskadi, en Bilbao.

En la misma intervino, en primer lugar, el secretario general, Roberto Lertxundi, quien pidió al alcalde de Zaragoza una restitución pública «a la personalidad humana, artística y política de un militante comunista, luchador por la democracia, que desprecia el terrorismo, al que se le ha dañado al vincularle injustamente con un atentado a un militar».«Actos como este», dijo Lertxundi, «pueden interpretarse como propios de la irracionalidad de la ultraderecha y son tanto más desagradables cuando los protagoniza, como en este caso, un compañero socialista».

Por su parte, Agustín Ibarrola, tras insistir en su claro rechazo a la violencia y al terrorismo, afirmó no comprender aún cómo se le pudo vincular al ambiente creado por un atentado. Recordó cómo la fecha del atentado habido en Zaragoza él mismo había acordado, con el director de la sala, poner un cartel en la puerta ,de la misma anunciando que al día siguiente quedaba cerrada al público «en solidaridad y condena del terrorismo».

Criticó muy, duramente el artista vasco la decisión del alcalde de Zaragoza con respecto a su exposición. «Al actuar así, ha enriquecido su imagen hacia la derecha y extrema derecha a costa de mi imagen y de someterme a riesgos incalculables. En mi condición de artista y de vasco me he visto agredido doblemente, porque además del daño material que es irreparable (declararía luego que había vendido ya tres obras el primer día) se deteriora mi imagen política y se propicia que cualquier aventurero ultra atente contra mí o contra mi obra».

Una situación difícil

«En un momento de crisis para poder mostrar la obra y vivir de mi trabajo», aseguró, «me han creado una difícil situación, porque a partir de ahora veremos si las galerías de arte quieren arriesgarse a exponer mi obra». Al referirse a los símbolos (ikurriñas y tricornios) que aparecen en las cinco obras censuradas, motivo de la clausura de la exposición, Ibarrola recordó que todas ellas fueron realizadas entre los años 1975 y 1976. «Las obras que incluyen ikurriñas coinciden con la época en que se legalizó aquélla. Las que contienen tricornios -que son grabados- han sido distribuidas por todo el Estado español, e incluso se expusieron en la Bienal de Venecia de 1976»Rechazó como inaceptable el argumento expresado por una personalidad socialista para justificar la decisión del alcalde de Zaragoza aduciendo «que lo que era normal en Euskadi podía no ser normal en el resto del Estado español. La exposición», matizó Ibarrola, «hubiera sido normal si no se la hubiera manipulado y vinculado, no sé con qué intenciones, a un atentado».

En el mismo han firmado por el momento personalidades como el historiador Eloy Fernández Clemente, Gonzalo Borras, Viola, José Luis Cano, Salvador Victoria y Arcadio Blasco.

En la conferencia de Prensa, Agustín lbarrola desveló el contenido de la entrevista que por espacio de varias horas mantuvo con el alcalde de Zaragoza, Sainz de Varanda. «El me expresó su buena voluntad para buscar una salida y reparar en lo posible el daño que se me ha causado».