Reaparición de Antonio González "El Pescadilla"

Tras permanecer cerca de dos años sin pisar un escenario, esta noche reaparece Antonio Gónzalez El Pescadilla en la madrileña Venta del Gato. El acontecimiento ha causado sorpresa, pues, hasta hace muy poco, tanto su esposa, Lola Flores, como sus hijos daban por definitiva la retirada artística del célebre rumbero.El interesado explica las razones de su retorno: «La gente es que no paraba de decirme que tenía que volver. Me tenían loco de tanto decírmelo. Y yo empecé a pensármelo. Porque, la verdad, me siento todavía joven, tengo fuerza, me sale buena voz y, eso, que lo mío nada ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Tras permanecer cerca de dos años sin pisar un escenario, esta noche reaparece Antonio Gónzalez El Pescadilla en la madrileña Venta del Gato. El acontecimiento ha causado sorpresa, pues, hasta hace muy poco, tanto su esposa, Lola Flores, como sus hijos daban por definitiva la retirada artística del célebre rumbero.El interesado explica las razones de su retorno: «La gente es que no paraba de decirme que tenía que volver. Me tenían loco de tanto decírmelo. Y yo empecé a pensármelo. Porque, la verdad, me siento todavía joven, tengo fuerza, me sale buena voz y, eso, que lo mío nada más que lo hago yo. Total, que me quedaba el gusanillo, y que lo voy a intentar».

Admite que anda nervioso ante la inminencia del intento: «Hombre, después de tanto tiempo... Además, todos los artistas que tienen un poquito de responsabilidad -y yo la tengo- se encuentran muy nerviosos antes de actuar. Pero a la segunda o tercera canción ya cambia el panorama. Porque este nerviosismo lo tuve siempre. Yo veo que a Lola le ocurre tres cuartos de lo mismo, aunque ella no haya parado de actuar. En realidad, si un artista no se pone nervioso, mal asunto».

Evoca Antonio González las razones de su retirada anterior: «Se han dicho muchas tonterías al respecto. Lo cierto es que Lola y yo decidimos eso de mutuo acuerdo. A ella le pagan lo mismo, vaya yo o no en su espectáculo. Y luego estaban los niños, que ya son mayorcitos, y que incluso cuando yo les digo que vuelvan a las doce, se presentan a la una. Figúrate si no estuviese yo para imponer respeto». Durante este paréntesis, dice, «no he dejado de entrenarme. Todo los días he tocado la guitarra unas dos horas».

Gracias a ello «esta noche cantaré doce o catorce Cosas. Si todo sale bien, me iré después a Barcelona, Valencia, Sevilla y Palma de Mallorca».

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En