La tercera guerra mundial causaría 500 millones de muertos, según el "Informe 2000"

Más de quinientos millones de muertos en el hemisferio norte sería el resultado de una confrontación atómica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, según las informaciones recogidas por un equipo de técnicos y especialistas en el llamado Informe 2000, elaborado en Estados Unidos a petición del presidente Carter.

David Brower, uno de los pioneros del movimiento ecologista en América y participante en el Congreso de Amigos de la Tierra, que se celebra estos días en Madrid, dio cuenta de algunos de los datos más significativos de este documento, que acaba de ser difundido en su país....

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Más de quinientos millones de muertos en el hemisferio norte sería el resultado de una confrontación atómica entre Estados Unidos y la Unión Soviética, según las informaciones recogidas por un equipo de técnicos y especialistas en el llamado Informe 2000, elaborado en Estados Unidos a petición del presidente Carter.

David Brower, uno de los pioneros del movimiento ecologista en América y participante en el Congreso de Amigos de la Tierra, que se celebra estos días en Madrid, dio cuenta de algunos de los datos más significativos de este documento, que acaba de ser difundido en su país.El Informe 2000 contempla, efectivamente, todos los posibles resultados catastróficos que tendrían en el hemisferio norte (lugar donde estallaría) una hipotética guerra atómica.

Además de esos quinientos millones de muertos previsibles, la atmósfera contaminada impediría toda vida humana -se piensa en aquellas personas que hubieran tenido la posibilidad de entrar en un refugio antinuclear-, por lo menos en el primer año después de la catástrofe.

La intervención de David Brower se produjo a lo largo de la sesión de ayer, a propósito del tema Geoestrategia militar y medio ambiente, que se centró especialmente en dos casos de particular importancia, como son las islas Canarias y la Antártida. Zonas cuyos recursos naturales -en el caso de la Antártida- pueden ser explotados con fines bélicos, además de la importancia estratégicas de ambos territorios, que, en lo que se refiere a las islas Canarias, se extiende no sólo a Europa, sino a América y Africa. El problema de la instalación de bases militares en estos puntos fue denunciado reiteradamente a lo largo de la reunión. Simultáneamente se debatió por otro equipo de estudio el tema de Tecnologías alternativas y desarrollo, respecto al cual se señaló la necesidad de una cooperación más estrecha entre los miembros de los grupos ecologistas de los países desarrollados y los subdesarrollados.

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