El conflicto entre Irán e Irak

La Unión Soviética quiere mantenerse neutral

El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, llegó discretamente el domingo a Moscú, donde se cree que pedirá al Kremlin un aumento de la ayuda militar a su país, aunque hasta el momento la Unión Soviética ha querido permanecer neutral en el conflicto entre Irak e Irán.Los medios oficiales soviéticos no habían anunciado la llegada de Aziz, y la propia Embajada de Bagdad en Moscú había mantenido gran discrección en torno a esta visita oficial, de dos días de duración, que los soviéticos hubieran deseado mantener en el más absoluto silencio.

En principio, Moscú no quiere tomar partido en es...

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El viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, llegó discretamente el domingo a Moscú, donde se cree que pedirá al Kremlin un aumento de la ayuda militar a su país, aunque hasta el momento la Unión Soviética ha querido permanecer neutral en el conflicto entre Irak e Irán.Los medios oficiales soviéticos no habían anunciado la llegada de Aziz, y la propia Embajada de Bagdad en Moscú había mantenido gran discrección en torno a esta visita oficial, de dos días de duración, que los soviéticos hubieran deseado mantener en el más absoluto silencio.

En principio, Moscú no quiere tomar partido en este conflicto. Aunque en 1972 firmó un acuerdo de amistad con Bagdad, y durante los últimos cinco años la URSS ha enviado armamento a Irak por valor de 1.500 millones de dólares, el Kremlin quiere estar a bien con su turbulento vecino iraní, que ha roto sus relaciones con Estados Unidos.

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Pero Irak es precisamente el origen de los conflictos entre la URSS e Irán. Teherán acusó a Moscú de enviar armamento al «enemigo iraquí», subrayando que estas armas se emplean contra la revolución islámica. El pasado 11 de julio, el embajador iraní en el Kremlin, Mohamed Mokri, pidió oficialmente al Kremlin que suspendiera toda ayuda militar a Bagdad, amenazando con romper las relaciones diplomáticas.

A partir de esta «llamada de atención», la URSS, para quien es vital mantener la paz con Irán, disminuyó sensiblemente el envío de armas a Irak, por lo que la visita del viceprimer ministro iraquí a Moscú ha causado gran expectación.

En medios diplomáticos extranjeros de Moscú se comenta que la finalidad de esta visita es conseguir un aumento de la ayuda militar soviética a Irak, pero la URSS ha mantenido un mutismo total en relación al viaje. Por su parte. Irak tampoco ha revelado el motivo verdadero del mismo, pero es consciente de las dificultades que significa para la URSS el conflicto con Irán.

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La opinión general coincide en que la situación del Kremlin es muy delicada, y se recuerda que el pasado 25 de julio -no hace tanto tiempo- el Gobierno soviético aseguró a Bagdad su apoyo con motivo de la celebración de la fiesta nacional iraquí.

Los observadores opinan que la única salida airosa soviética, y la más probable, es que el Kremlin sugiera a Irak que tendrá su ayuda siempre y cuando luche por su independencia y libertad, es decir, contra el imperialismo norteamericano.

Tarek Aziz se entrevistó ayer con Boris Ponomarev, miembro del Buró Político y secretario del comité central del PCUS, y con Víctor Matzev, según informó Tass, pero se desconoce cuál ha sido el resultado de este primer encuentro, ya que la agencia soviética dijo escuetamente que se trataron «los problemas de la situación internacional, en general, y de la situación en Oriente Próximo, en particular».

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