Fidel Castro admite el "pluralismo revolucionario" tras su visita a Nicaragua

El jefe de Estado cubano, Fidel Castro, ha hecho recientemente unas declaraciones sobre Nicaragua que pueden significar un importante viraje en las concepciones revolucionarias castristas, por reconocer la posibilidad de un pluralismo revolucionario, al admitir que el sistema comunista -objetivo del socialismo cubano-, no es la única vía de liberación de los pueblos. En estas declaraciones, Castro afirma que la revolución no ha de ser necesariamente socialista, y que puede aplicarse el calificativo de revolucionario a determinados regímenes de economía mixta.Castro, tras una visita a Nicaragua...

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El jefe de Estado cubano, Fidel Castro, ha hecho recientemente unas declaraciones sobre Nicaragua que pueden significar un importante viraje en las concepciones revolucionarias castristas, por reconocer la posibilidad de un pluralismo revolucionario, al admitir que el sistema comunista -objetivo del socialismo cubano-, no es la única vía de liberación de los pueblos. En estas declaraciones, Castro afirma que la revolución no ha de ser necesariamente socialista, y que puede aplicarse el calificativo de revolucionario a determinados regímenes de economía mixta.Castro, tras una visita a Nicaragua de una semana de duración, ha vuelto a manifestar su apoyo a la «nueva experiencia» que significa para América Latina la revolución sandinista. Durante esta visita, ha quedado claro un espíritu de apertura en el máximo líder cubano, reflejado por su «deseo de aprender y de dejarse influenciar por él ejemplo nicaragüense». Castro ha reconocido que en una reunión con cien dirigentes del frente sandinista, se plantearon críticamente la revolución cubana.

El dirigente cubano considera que la revolución que se ha producido en Nicaragua es una verdadera revolución popular, no burguesa, dado que el pueblo, en posesión de las armas, no puede ser víctima de un golpe de Estado. Pero es una revolución que conserva una burguesía y la propiedad privada, en el seno de un régimen pluralista, con diversidad de partidos de izquierda y de derecha.

Sin embargo, junto con este apoyo a sociedades diferentes del modelo cubano, Castro critica severamente la democracia parlamentaria, y mantiene sus teorías de la vía armada como único camino posible para la revolución. En este caso, Castro cita las experiencias de Bolivia y Chile, que «demuestran» que cada vez que se logra un Gobierno progresista por medio de las urnas, se produce un golpe de Estado que lo derriba.

Otro de los puntos importantes de las manifestaciones del líder cubano es que renueva su apoyo y reconocimiento a la labor revolucionaria que está llevando a cabo la Iglesia en Suramérica. «El movimiento socialista, comunista, marxista-leninista puede avanzar mucho si los dirigentes honestos de la Iglesia católica o de otras iglesias recuperan el espíritu cristiano de la época de los esclavos de Roma», afirmó.

Por último, calificó el proyecto sandinista como «el mejor, el más inteligente y apropiado, para el momento actual».

Esta evolución del castrismo ya se había percibido en un discurso pronunciado el 26 de marzo pasado por Carlos Rafael Rodríguez, vicepresidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros cubano.

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