Bonn, en Moscú

La Unión Soviética no hizo ninguna objeción a la dura agenda con prioridad por Afganistán y los misiles estratégicos europeos, que el canciller Schmidt propuso para sus negociaciones con Leónidas Breznev. Esta es una de las pocas y débiles señales que sugieren un interés soviético en la distensión. También los americanos han respondido con demostraciones de gran flexibilidad por parte de la Administración Carter (...).Entre los objetivos del canciller Schmidt en Moscú está, primero, convencer a los dirigentes soviéticos que la continua presencia de las tropas soviéticas en Afganistán pone en p...

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La Unión Soviética no hizo ninguna objeción a la dura agenda con prioridad por Afganistán y los misiles estratégicos europeos, que el canciller Schmidt propuso para sus negociaciones con Leónidas Breznev. Esta es una de las pocas y débiles señales que sugieren un interés soviético en la distensión. También los americanos han respondido con demostraciones de gran flexibilidad por parte de la Administración Carter (...).Entre los objetivos del canciller Schmidt en Moscú está, primero, convencer a los dirigentes soviéticos que la continua presencia de las tropas soviéticas en Afganistán pone en peligro lo que queda de la distensión, y, segundo, que sin un acuerdo para limitar y equilibrar las armas estratégicas europeas no hay perspectivas para una evolución constructiva de las relaciones Este-Oeste (...).

Aunque los líderes soviéticos preferirían que Schmidt ganase las elecciones alemanas este otoño, el canciller no espera regresar de Moscú con resultados dramáticos (...).

30 de junio

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