El presidente del Consejo valenciano amenaza con pasar al Grupo Mixto

A raíz del posible tránsito de productos marroquíes por nuestro país, el presidente en funciones del Consejo, Enrique Monsonís (UCD), ha señalado que «si mi partido no hace caso a las justas peticiones de los valencianos estoy dispuesto a pasarme al Grupo Mixto», declaraciones que en medios centristas se han interpretado más como una medida de fuerza que decisión meditada.

Junto a las estimaciones de las pérdidas económicas que este tránsito ocasionaría a la agricultura española, evaluadas, según información del Consejo, en más de 58.000 millones de pesetas, de los que 14.000 millon...

A raíz del posible tránsito de productos marroquíes por nuestro país, el presidente en funciones del Consejo, Enrique Monsonís (UCD), ha señalado que «si mi partido no hace caso a las justas peticiones de los valencianos estoy dispuesto a pasarme al Grupo Mixto», declaraciones que en medios centristas se han interpretado más como una medida de fuerza que decisión meditada.

Junto a las estimaciones de las pérdidas económicas que este tránsito ocasionaría a la agricultura española, evaluadas, según información del Consejo, en más de 58.000 millones de pesetas, de los que 14.000 millones corresponden a mano de obra, el movimiento de oposición se centra en la concentración promovida por el sindicato de pequeños y medianos agricultores (Unió de Llaudadors i Ramaders) para el sábado día 2 1, en Algemesí. En medios próximos al Consejo no se descartaba la asistencia de su presidente y algún consejero sí el acto se ceñía a ser una muestra de desagravio por los daños que este transporte ocasionará a la agricultura valenciana.

Las reacciones de oposición son unánimes, si bien en las matizaciones existen divergencias. A diferencia de Enrique Monsonís, que estaría dispuesto a pactar con la Administración subvenciones a los productos agrícolas como contrapartida si los productos marroquíes pasan por España, el consejero de Agricultura, Leonardo Ramón (UCD), según manifestó a EL PAIS, «en este tema no acepto ninguna compensación, porque el tránsito no sólo afectaría, lo que se exporte, sino también a todo lo que dejemos de exportar, al entrar en competencia con un país que por su nivel de desarrollo puede producir a costes más bajos y, por tanto, fijar precios más competitivos:».

En el mismo sentido se manifestaron los dirigentes sindicales de la Unió, al señalar: «No cabe ningún tipo de compensación arancelaria mientras España no sea miembro de pleno derecho de la CEE».