La integración planteará serias dificultades al empresariado vasco

La integración española en la Comunidad Económica Europea (CEE) va a exigir de los empresarios vascos un esfuerzo de readaptación profunda, ya que se producirá en un momento poco halagüeño para la economía de Euskadi, según Josu Irigoyen, director de un estudio elaborado en torno a este tema por la Caja Laboral Popular.Irigoyen señaló., en el curso de unas conferencias-coloquio organizadas por la Cámara de Comercio de San Sebastián, que en los últimos cuatro años la economía vasca ha pasado de un crecimiento anual del 4% a un estancamiento total.

Josu Irigoyen destacó que los empresario...

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La integración española en la Comunidad Económica Europea (CEE) va a exigir de los empresarios vascos un esfuerzo de readaptación profunda, ya que se producirá en un momento poco halagüeño para la economía de Euskadi, según Josu Irigoyen, director de un estudio elaborado en torno a este tema por la Caja Laboral Popular.Irigoyen señaló., en el curso de unas conferencias-coloquio organizadas por la Cámara de Comercio de San Sebastián, que en los últimos cuatro años la economía vasca ha pasado de un crecimiento anual del 4% a un estancamiento total.

Josu Irigoyen destacó que los empresarios tienen poco tiempo para reaccionar, remodelando los perfiles en los que se aprecia una notable inferioridad respecto a la economía de la CEE. Recordó, en este sentido, que la dimensión media de la empresa vasca, analizada por sectores, es inferior a la de la empresa comunitaria, lo que dificulta la producción en grandes series y con reducción de costes, como exige un mercado potencial de trescientos millones de personas. Irigoyen rechazó la idea de que los costes laborales constituyen un factor de competitividad frente a la CEE.

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En el sector agrícola y ganadero, la diferencia de lo que puede ocurrir en otras zonas del Estado, la integración comunitaria supondrá para el País Vasco una fortísima competencia, que puede llegar a poner en peligro la continuidad de muchas explotaciones tipo medio y pequeño, especialmente en el campo de la producción lechera.

El único sector en el que la economía vasca va a resultar beneficiada de inmediato es el pesquero, puesto que una vez adaptada la flota a unas dimensiones más racionales, las aguas comunitarias continúan resultando imprescindibles para mantener el nivel de actividad.

Según Josu Irigoyen, el grado de integración comercial de la economía vasca con la CEE en la actualidad es escasa y no parece probable que experimete un rápido incremento después de la incorporación.

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