Cierre patronal de Unión Naval de Levante

La dirección de la factoría Unión Naval de Levante (UNL) del puerto de Valencia, con 2.100 trabajadores, una de las más conflictivas del ramo del «gran metal», ha cerrado la empresa.Las razones del cierre surgen de la negativa de los trabajadores a negociar un plan de viabilidad para salir de la crítica situación de la factoría y de las acciones de protesta desarrolladas durante las últimas semanas, a raíz del impago empresarial de cantidades adeudadas en concepto de retroactividad del convenio y paga de botadura.

El malestar en los astilleros se agudizó con la negociación del convenio,...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La dirección de la factoría Unión Naval de Levante (UNL) del puerto de Valencia, con 2.100 trabajadores, una de las más conflictivas del ramo del «gran metal», ha cerrado la empresa.Las razones del cierre surgen de la negativa de los trabajadores a negociar un plan de viabilidad para salir de la crítica situación de la factoría y de las acciones de protesta desarrolladas durante las últimas semanas, a raíz del impago empresarial de cantidades adeudadas en concepto de retroactividad del convenio y paga de botadura.

El malestar en los astilleros se agudizó con la negociación del convenio, que concluyó en un laudo, cuyo incremento salarial del 9,5% con retroactividad desde enero todavía no se ha percibido. La empresa en las negociaciones pidió carta blanca a los trabajadores para apoyar un plan de viabilidad que iba a negociar con la Administración, a lo que se opusieron por no participar y desconocer su contenido. En cuanto a la paga de botadura se encuentra pendiente de la firma de dos contratos de construcción, cuya formalización concluiría estos días.

Archivado En