Descubierto el segundo asentamiento español en el Nuevo Mundo

Un grupo de jóvenes exploradores, dirigidos por el arqueólogo de Cambridge Mark Horton, ha descubierto los restos de «una ciudad perdida» en la selva panameña, que, según opiniones autorizadas, corresponden a Acla, el segundo establecimiento español en la tierra firme del Nuevo Mundo.De acuerdo con las informaciones publicadas en esta capital, Acla fue fundada por el gobernador del territorio del Darién Pedrarias Dávila. entre 1515 y 1516 y está situada en la costa atlántica panameña a unos ochenta kilómetros del primer fuerte español, en Santa María de la Antigua del Darién.

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Un grupo de jóvenes exploradores, dirigidos por el arqueólogo de Cambridge Mark Horton, ha descubierto los restos de «una ciudad perdida» en la selva panameña, que, según opiniones autorizadas, corresponden a Acla, el segundo establecimiento español en la tierra firme del Nuevo Mundo.De acuerdo con las informaciones publicadas en esta capital, Acla fue fundada por el gobernador del territorio del Darién Pedrarias Dávila. entre 1515 y 1516 y está situada en la costa atlántica panameña a unos ochenta kilómetros del primer fuerte español, en Santa María de la Antigua del Darién.

La zona de Acla fue utilizada por Vasco Núñez de Balboa para el lanzamiento de su expedición al Pacífico, y un gran número de conquistadores, entre ellos Pizarro, la visitaron a principios del siglo XVI. La ciudad fue abandonada gradualmente a partir de la fundación, en 1519, de la ciudad de Panamá, hasta que su rastro se pierde totalmente desde 1560, última fecha en la que es mencionada en documentos oficiales. Construida de madera, la selva pronto la cubrió totalmente, hasta borrar todo rastro de ella.

Todos los intentos realizados para el redescubrimiento de Acla terminaron en el más completo fracaso, hasta su hallazgo por los miembros del grupo científico operación Drake, una expedición compuesta por jóvenes exploradores y arqueólogos, patrocinada por varias instituciones británicas.

Según ha manifestado un miembro de la operación Drake, el hallazgo de varios trozos de cerámica isabelina, sólo encontrada en los establecimientos españoles del Nuevo Mundo de principios del dieciséis, fue lo que convenció a la expedición de que estaban en el buen camino para la localización definitiva de Acla. Los arqueólogos han manifestado que la ayuda recibida de los indios cuna, habitantes de aquella zona, les resultó valiosísima para la localización de los restos de la ciudad.

El director del Instituto Nacional de Arqueología de Panamá, doctor Torres de Arauz, ha manifestado que el descubrimiento servirá para aportar «información vital en tomo a los primeros años de la colonización española».

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