Crítica:CINE

Los pistoleros de la patronal

La verdad sobre el caso Savolta

Desde aquella Tocata y fuga de Lolita, tímida precursora del desnudo en España, hasta su segundo y actual filme, Antonio Drove ha dado un paso importante. En todos los aspectos, pues a juzgar por esta su nueva aparición, medios, actores, escenarios, no le han faltado, con mayor generosidad de la que se acostumbra en nuestra cutre cinematogafía. Sobre la novela de Eduardo Mendoza, acerca de unos años cruciales -los del pistolerismo en Barcelona-, Drove y Larreta han escrito su particular historia a la medida del primero, más cerca del teatro que del cine, más a la sombra de Bertolt Brech...

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Desde aquella Tocata y fuga de Lolita, tímida precursora del desnudo en España, hasta su segundo y actual filme, Antonio Drove ha dado un paso importante. En todos los aspectos, pues a juzgar por esta su nueva aparición, medios, actores, escenarios, no le han faltado, con mayor generosidad de la que se acostumbra en nuestra cutre cinematogafía. Sobre la novela de Eduardo Mendoza, acerca de unos años cruciales -los del pistolerismo en Barcelona-, Drove y Larreta han escrito su particular historia a la medida del primero, más cerca del teatro que del cine, más a la sombra de Bertolt Brecht que de Fritz Lang, a medias entre el cine político y las intrigas más o menos policiales.El diálogo es de una altura y precisión poco común por estas latitudes, como la realización, ambientación o la fotografía. La interpretación corre a cargo de un trío excelente: Omero Antonutti, Charles Denner y José Luis López Vázquez, que, junto a Ettore Manni, da a su protagonista difícil y brillante un patetismo que a ratos se le escapa justamente por culpa del guión, que en sí encierra lo mejor y peor de la película. Lo mejor, porque, sirviendo a la novela, ha sido estructurado de tal modo que el espectador va adelante aun a través de acciones o tipos tal vez elementales, buscando la salida del laberinto en que le meten anarquistas, patronos, empresas y tiranos. Lo peor, porque, en su afán de poner todo en la película, la anécdota rebosa a lo ancho y a lo largo más allá de los cauces del drama.

Director: Antonio Drove

Guión: Antonio Drove y Antonio Larreta. Versión libre de la novela de Eduardo Mendoza. Fotografía: Gilberto Azevedo. Música: Egisto Macchi. Intérpretes: José Luis López Vázquez, Charles Denner, Ovidi Montllor, Omero Antonutti, Stefania Sandrelli, Ettore Mani, Alfredo Pea. Dramático. España. Cine Bulevard.

Así, la historia de amor vacía que arrastra consigo a un Ovidi Montllor inexpresivo y a una Stefania Sandrelli inédita salvo en sus en cantos corporales. Reduciendo el drama a sus vertientes principales, eliminando algún que otro momento convencional, difícil de creer en el total contexto de la obra, Drove habría conseguido mayor eficacia, libre de cierto dogmatismo previo. Pero su afán didáctico, su pasión por demostramos lo que ya adivinamos en líneas generales, hacen que la película quede un tanto reiterativa en ocasiones.

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