Detectada en Gran Bretaña y Holanda una red de embotellamiento de falso vino francés

Un nuevo escándalo en torno a la falsificación de vino francés ha sacudido recientemente a los principales importadores de este producto, especialmente a Estados Unidos, adonde han estado llegando más de seis millones de botellas falsamente etiquetadas como vino francés de denominación controlada cuando no lo eran.La primera voz de alarma en torno a este escándalo la ofreció el diario norteamericano New York Times, que lo calificó como el más importante de la historia, dado no sólo su alcance, sino las marcas de vino envueltas.

Los Gobiernos de Estados Unidos, Francia, Holanda, B...

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Un nuevo escándalo en torno a la falsificación de vino francés ha sacudido recientemente a los principales importadores de este producto, especialmente a Estados Unidos, adonde han estado llegando más de seis millones de botellas falsamente etiquetadas como vino francés de denominación controlada cuando no lo eran.La primera voz de alarma en torno a este escándalo la ofreció el diario norteamericano New York Times, que lo calificó como el más importante de la historia, dado no sólo su alcance, sino las marcas de vino envueltas.

Los Gobiernos de Estados Unidos, Francia, Holanda, Bélgica, RFA y Gran Bretaña han investigado desde hace un año el tema y han descubierto que verdaderamente se han falsificado numerosas etiquetas de vino blanco de calidad francés, especialmente el embotellado como Pouilly-Fuisse.

Este vino, conocido a los exportadores franceses como el vino americano, dada la preferencia que los norteamericanos sienten hacia su calidad, tiene su origen en una pequeña zona del sur de la Borgoña y se puso de moda en Estados Unidos hace varios años. Los franceses consideran que los norteamericanos exageraron el valor y la calidad de este vino.

Esta tendencia hacia la exageración por el lado de los consumidores extranjeros dio origen al fácil negocio de embotellar vino blanco barato, enviado primero a granel a Holanda, para luego embotellarlo como vino francés en Gran Bretaña.

También se ha detectado otra red de falsificación de vino rosado francés, que se embotellaba en Holanda como Rosé d'Anjou. Estos vinos, especialmente el Pouilly-Fuisse, con un costo en origen inferior al dólar (67 pesetas), se vendían en destino a diez y quince dólares, es decir, más de setecientas pesetas e incluso mil.

También se ha detectado en Holanda otra red de embotellamiento de falso jerez, aunque las cantidades no han sido grandes.

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