Los sindicatos agrarios cántabros quieren negociar el precio de la leche

Los sindicatos agrarios de la cornisa cantábrica integrados en la COAG acordaron en Oviedo denunciar «la farsa» que han representado las reuniones del llamado Frente Agrario. con el ministro de Agricultura, cuyos resultados no tienen significación positiva alguna para los pequeños y medianos campesinos en general, y el sector ganadero, en particular.

Aseguran eso en un comunicado hecho público, «toda vez que venimos defendiendo como alternativa», dicen, «que parte de las subvenciones al gas-oil fuera destinada a la reestructuración de los sectores más marginados, como es el de la le...

Los sindicatos agrarios de la cornisa cantábrica integrados en la COAG acordaron en Oviedo denunciar «la farsa» que han representado las reuniones del llamado Frente Agrario. con el ministro de Agricultura, cuyos resultados no tienen significación positiva alguna para los pequeños y medianos campesinos en general, y el sector ganadero, en particular.

Aseguran eso en un comunicado hecho público, «toda vez que venimos defendiendo como alternativa», dicen, «que parte de las subvenciones al gas-oil fuera destinada a la reestructuración de los sectores más marginados, como es el de la leche». Firman el comunicado asociaciones campesinas de Guipúzcoa, Vizcaya, Alava, Santander, Galicia y Asturias, para las cuales el ministro de Agricultura patrocina una campaña de desprestigio de la COAG y los sindicatos del norte, acusándoles injustificadamente de negarse a participar en las negociaciones.

Para continuar los contactos pendientes con la Administración, los sindicatos de la cornisa cantábrica exigen la apertura de unas auténticas negociaciones del precio de la leche y de la política ganadera global del sector vacuno, el rechazo del estatuto de la leche, la elaboración de un reglamento o normas de comercialización y medidas de protección al sector carne. Justifican estas exigencias en las aspiraciones y necesidades vitales de los ganaderos ante el reto del futuro ingreso de España en la CEE, realidad que, en su opinión, no se ha querido afrontar con seriedad.