La crisis de Afganistán, a la Asamblea General de la ONU

Después de que la Unión Soviética bloqueara con su veto una resolución sobre Afganistán, y de que el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, informase a puerta cerrada de su reciente viaje a Irán, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas quedó ayer en suspenso, sin que se hayan fijado nuevas fechas para la continuación de los debates sobre las dos graves crisis.La cuestión de Afganistán será llevada a la Asamblea General de la ONU, donde no tienen poder de veto los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, pero anoche no se había hecho todavía una petición formal en este sentid...

Después de que la Unión Soviética bloqueara con su veto una resolución sobre Afganistán, y de que el secretario general de la ONU, Kurt Waldheim, informase a puerta cerrada de su reciente viaje a Irán, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas quedó ayer en suspenso, sin que se hayan fijado nuevas fechas para la continuación de los debates sobre las dos graves crisis.La cuestión de Afganistán será llevada a la Asamblea General de la ONU, donde no tienen poder de veto los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, pero anoche no se había hecho todavía una petición formal en este sentido. Aparentemente, la convocatoria de la Asamblea General será hecha por los mismos seis países no alineados que patrocinaron el proyecto de resolución vetado por los soviéticos, es decir: Filipinas, Jamaica, Bangladesh, Níger, Túnez y ZambÍa.

La sesión de urgencia de la Asamblea General de la ONU puede convocarse de acuerdo con una resolución de noviembre de 1950, conocida como Unidos por la paz, que prevé la posibilidad de que un veto en el Consejo de Seguridad impida a éste actuar para restablecer o preservar la paz. La Asamblea debe reunirse en un plazo de veinticuatro horas, y para que una resolución sea aprobada necesita superar los dos tercios de votos favorables. Actualmente componen la ONU 152 Estados miembros de pleno derecho.

Aunque la Asamblea General sólo puede «recomendar» y carece del poder del Consejo de Segundad, si la mayoría de los miembros vota una resolución similar a la vetada por la URSS, en la que se condena la intervención militar extranjera en Afganistán y se pide la retirada «incondicional e inmediata » de esas tropas, oscu sufriría una seria derrota diplomática. Estados Unidos confía en conseguir los votos necesarios para que la Asamblea General apruebe una resolución de ese tipo y ayer abundaron las consultas y los compromisos en los pasillos de la ONU.

El tema de Irán será tratado por el Consejo de Seguridad en sesión abierta esta misma semana, quizá el jueves o el viernes. Un portavoz de la misión norteamericana ante la ONU dijo ayer que su Gobierno p,iensa seguir adelante con la petición de duras sanciones económicas contra Irán y confía en obtener del Consejo una resolución en este sentido. El portavoz no comentó sobre la posibilidad de que la Unión Soviética ejerza su poder de veto y bloquee las sanciones contra Irán.

Jomeini, cansado

El ayatollah, Jomeini que, según sus portavoces, está «muy cansado», inició un retiro de quince días, en tanto el ayatollah, Chariat-Madari pidió calma a sus seguidores ante el clima de violencia que impera en el país.

Obedecíendo órdenes de Jomeini, los Guardias de la Revolución llevan a cabo controles en la ciudad de Qom, en la que se han prohibido las manifestaciones.

También Chariat-Madari anunció que no recibirá a sus partidarios durante las celebraciones religiosas previstas para hoy, coincidiendo con el aniversario del martirio del imán Hossein, uno de los precursores de la secta chiita.