Atentado terrorista contra la misión soviética en la ONU
Un atentado cometido en la noche del pasado martes contra la misión soviética ante las Naciones Unidas es el décimosegundo del grupo terrorista anticastrista Omega-7 en los últimos cuatro años.El grupo, que opera en los estados de Nueva Jersey y Nueva York, reivindicó varios asesinatos de líderes del exilio cubano que iniciaron conversaciones con Fidel Castro.
En el atentado contra la misión soviética resultaron heridos cuatro policías y dos empleadas de la misión.
La bomba fue arrojada por un peatón contra la puerta del garaje de la misión soviética, y la onda expansiva destrozó...
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Un atentado cometido en la noche del pasado martes contra la misión soviética ante las Naciones Unidas es el décimosegundo del grupo terrorista anticastrista Omega-7 en los últimos cuatro años.El grupo, que opera en los estados de Nueva Jersey y Nueva York, reivindicó varios asesinatos de líderes del exilio cubano que iniciaron conversaciones con Fidel Castro.
En el atentado contra la misión soviética resultaron heridos cuatro policías y dos empleadas de la misión.
La bomba fue arrojada por un peatón contra la puerta del garaje de la misión soviética, y la onda expansiva destrozó los cristales de apartamentos situados en el piso diecisiete de edificios vecinos.
Los policías que vigilaban la misión sufrieron heridas ligeras al ser alcanzados por los cristales que rompió la explosión.
El embajador norteamericano ante las Naciones Unidas, Donald McHenry, y el alcalde de la ciudad, Edward Koch, se presentaron en la misión soviética para interesarse por los heridos y presentar sus disculpas a las autoridades soviéticas.
Por su parte, la agencia Tass calificó el atentado como «un acto de provocación cometido por organizaciones terroristas reaccionarias atrincheradas en Nueva York».
La agencia oficial soviética condena con vigor la explosión, última de una serie de «viles actos de provocación» contra las misiones extranjeras en la ONU, que «se han intensificado» recientemente, «pese a las promesas de las autoridades norteamericanas».
«Estas acciones indignantes», subraya el corresponsal soviético en Nueva York, «demuestran la impotencia total o la falta de voluntad de las autoridades norteamericanas y de la policía neoyorquina para garantizar la seguridad de las representaciones extranjeras permanentes y de su personal en la ciudad.»