Crítica:CINE/

El creador del cine de catástrofes

Nacido en Polonia, emigrado a Estados Unidos al comienzo de la segunda guerra mundial, Irwin Allen no tarda en empezar a dirigir un tipo especial de películas familiares. Son historias fantásticas, con una base realista, plagadas de efectos especiales, donde un grupo de personas se lanza a una aventura llena de peligros, de la que logra salir gracias a la cooperación entre todos. Sus títulos más característicos son: El mundo perdido (1960), versión libre de la novela de Arthur Conan Doyle, y Cinco semanas en globo (1962), también mínimamente relacionada con la obra homónima de Ju...

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Nacido en Polonia, emigrado a Estados Unidos al comienzo de la segunda guerra mundial, Irwin Allen no tarda en empezar a dirigir un tipo especial de películas familiares. Son historias fantásticas, con una base realista, plagadas de efectos especiales, donde un grupo de personas se lanza a una aventura llena de peligros, de la que logra salir gracias a la cooperación entre todos. Sus títulos más característicos son: El mundo perdido (1960), versión libre de la novela de Arthur Conan Doyle, y Cinco semanas en globo (1962), también mínimamente relacionada con la obra homónima de Julio Verne.Tras unos años de inactividad, Allen reaparece como productor de La aventura del Poseidón (Ronald Neame, 1972), que inaugura la moda de películas de catástrofes. Este subgénero se ciñe, con pequeñas variantes, al esquema creado por Allen en sus primeras películas: un grupo, envuelto en un peligro común, trata de sobrevivir. Las diferencias estriban en que ahora no buscan el peligro, sino que les es impuesto, y que los elementos contra los que luchan son superiores a sus fuerzas, por lo que algunos mueren en el intento. La aventura del Poseidón se centra en los supervivientes de un barco que da la vuelta durante la celebración del último día del año.

Más allá del Poseidón (Beyond the Poseidon Adventure)

Director: Irwin Allen. Guión: Nelson Giddings. Música: Jerry Fielding. Intérpretes: Michael Caine, Sally Field, Telly Savalas, Peter Boyle. EEUU, 1979. Locales de estreno: Capitol, Urquijo.

"El coloso en llamas"

El gran éxito de esta película le lanza a producir y dirigir las escenas con efectos especiales de El coloso en llamas (John Guillermin, 1974), la más ambiciosa y mejor de sus obras. Su esquema habitual, aquí dado a través de un grupo atrapado por el incendio de un gran rascacielos el día de su inauguración, se ve potenciado por su tono casi apocalíptico a través de una fuerte carga moralizadora, que hace que mueran los pecadores, y un claro mensaje, contra la construcción de edificios demasiado elevados.Animado por estos dos éxitos, Allen vuelve a la dirección, sin abandonar la producción, para hacer películas menos ambiciosas, con presupuestos bajos y guiones endebles, que constituyen los últimos coletazos del cine de catástrofes. Tanto El enjambre (1978) como Más allá del Poseidón (1979) son dos producciones sin el menor interés que parecen malas caricaturas de sus obras anteriores. Más allá del Poseidón, hecha tanto para aprovechar el éxito de su primera parte como para volver a emplear algunos de sus mejores planos, cuenta cómo dos grupos, uno de maleantes y otro de buscadores de recompensas, se introducen en el recién naufragado «Poseidón» en busca de aventuras. Ni lo que ocurre ni cómo está contado tiene el menor interés, por tanto es la peor película de un curioso amante de los rodajes en estudio y de los efectos especiales.

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