Fuerte discusion en el Senado sobre los presos de la cárcel de Soria

Una interpelación de Ramiro Cercós, senador independiente por Soria, sobre la reclusión en la prisión de esta ciudad de los presos vascos, dio lugar ayer a una discusión en el Pleno del Senado entre el autor de la interpelación y el ministro de Justicia. Un senador vasco denunció asimismo las condiciones en que, según sus palabras, se produce la visita de los familiares a los presos.

Dijo el señor Cercós que a las injustas discriminaciones interterritoriales que sufre la provincia se ha sumado una medida como esta, que ha levantado ampollas en la provincia, ya que la existencia de tales...

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Una interpelación de Ramiro Cercós, senador independiente por Soria, sobre la reclusión en la prisión de esta ciudad de los presos vascos, dio lugar ayer a una discusión en el Pleno del Senado entre el autor de la interpelación y el ministro de Justicia. Un senador vasco denunció asimismo las condiciones en que, según sus palabras, se produce la visita de los familiares a los presos.

Dijo el señor Cercós que a las injustas discriminaciones interterritoriales que sufre la provincia se ha sumado una medida como esta, que ha levantado ampollas en la provincia, ya que la existencia de tales presos en Soria, acompañada de fuertes medidas de seguridad en la ciudad, ha trastrocado la tradicional imagen de tranquilidad que tenía ésta por la de una ciudad tomada.

Responsabilizó al Gobierno de cualquier incidente que se pueda derivar de esta situación y lamentó que los tradicionales lazos de hermandad de Soria con el pueblo vasco se vean artificialmente deteriorados contra la voluntad de ambas comunidades. Pidió el traslado de los presos y que se den a Soria las justas compensaciones.

A la interpelación contestó el ministro de Justicia, Iñigo Cavero, quien afirmó que no es una novedad el carácter de la cárcel de Soria, ya que en los años de la dictadura hubo en ella presos de partidos entonces clandestinos, después, miembros de las Fuerzas de Orden Público que habían cometido determinadas faltas, y en 1977, los miembros de los GRAPO.

Añadió que en 1978 razones de seguridad aconsejaron sacar a los presos vascos de las prisiones de Martutene, Basauri y Nanclares de Oca y se les llevó a Soria, porque esta cárcel era la más cercana al País Vasco entre las que ofrecían medidas de seguridad suficientes. De todas formas, esta es una situación provisional, afirmó el ministro, quien se preguntó por qué el señor Cercós no protestó por el carácter de la cárcel cuando era procurador en las Cortes del régimen anterior.

El senador por Soria replicó que no admitía este tipo de alusiones y que el ministro probablemente «miraba los toros desde la barrera», cuando él se jugaba el físico pidiendo unas Cortes constituyentes. A ello replicó el ministro afirmando que no había valorado la trayectoria política del señor Cercós, sino sólo aclarado que la actual situación no es nueva.

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En el debate sobre este punto intentó intervenir el senador vasco Bajo Fanlo, quien relató que desde hace 27 días los familiares no pueden visitar a los presos de Soria, porque éstos se niegan a desnudarse antes de entrar en la sala de visita, condición que, por lo visto, ha puesto como indispensable el capitán de las fuerzas del orden que se encuentran en el interior de la prisión. En este punto, el presidente del Senado advirtió al señor Bajo que no era ese el tema que se trataba, ante lo que el senador vasco optó por abandonar la tribuna.

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