Carter da "luz verde" a la construcción de un nuevo supermisil intercontinental

El presidente Carter dio ayer «luz verde» a la construcción de un nuevo tipo de proyectil balístico intercontinental, el misil móvil MX, que, en su opinión, servirá para estabilizar el equilibrio estratégico entre las dos superpotencias. Su construcción está permitida por el tratado SALT II.

A menos de una semana de la cumbre de Viena, donde Jimmy Carter y Leónidas Brejnev firmaran el segundo tratado sobre limitación de armas estratégicas (SALT II), la Casa Blanca anunció la decisión presidencial de construir una nueva generación de supermisiles destinados a eliminar l...

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El presidente Carter dio ayer «luz verde» a la construcción de un nuevo tipo de proyectil balístico intercontinental, el misil móvil MX, que, en su opinión, servirá para estabilizar el equilibrio estratégico entre las dos superpotencias. Su construcción está permitida por el tratado SALT II.

A menos de una semana de la cumbre de Viena, donde Jimmy Carter y Leónidas Brejnev firmaran el segundo tratado sobre limitación de armas estratégicas (SALT II), la Casa Blanca anunció la decisión presidencial de construir una nueva generación de supermisiles destinados a eliminar la potencial capacidad soviética de destruir en tierra el arsenal nuclear norteamericano.

El MX, siglas que corresponden a proyectil experimental o «misil experimental», pesará 95 toneladas y será capaz de transportar diez cabezas nucleares independientes, que puede ser dirigidas a blancos distintos con una potencia cada una de 335 kilotones. La precisión y la potencia de este nuevo misil le hace teóricamente capaz de destruir los silos donde se almacenan los proyectiles balísticos en territorio de la URSS.

El misil MX tiene la ventaja de que puede moverse su sistema de lanzamiento, lo que le hace teóricamente invulnerable a un ataque por sorpresa enemigo. La idea es construir unos 4.000 silos para alojar en ellos sólo doscientos misiles MX, que estarían cambiando constante e irregularmente de lugar.

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