Carlos Forns.
Galería Ovidio. Covarrubias, 28.Carlos Forns es un pintor joven, pero respetuoso: no oculta a sus maestros e incluso les rinde homenaje sin rubor alguno. En primer lugar, Gordillo; en segundo, Guillermo Pérez Villalta; más allá, ese mar proceloso del «gordillismo» de varia especie que Jaime Aledo se empeña en explorar y señalizar con gran disgusto de sus incógnitos habitantes. Forris pinta con facilidad y astucia, la misma que revela su elaborada mitología personal; lástima que la mayoría de sus cuadros sean, por ahora, la versión «atemperada», como dice el propio Aledo en el catálogo, ...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Galería Ovidio. Covarrubias, 28.Carlos Forns es un pintor joven, pero respetuoso: no oculta a sus maestros e incluso les rinde homenaje sin rubor alguno. En primer lugar, Gordillo; en segundo, Guillermo Pérez Villalta; más allá, ese mar proceloso del «gordillismo» de varia especie que Jaime Aledo se empeña en explorar y señalizar con gran disgusto de sus incógnitos habitantes. Forris pinta con facilidad y astucia, la misma que revela su elaborada mitología personal; lástima que la mayoría de sus cuadros sean, por ahora, la versión «atemperada», como dice el propio Aledo en el catálogo, o en tonos «pastel», diríamos nosotros, de cosas ya vistas. Los dibujos nos parecieron mucho más sugestivos. Por cierto: ¿dónde hemos visto antes un catálogo corno éste?