Alfonso Sastre presenta en Roma una versión de "La Celestina"

Alfonso Sastre acaba de estrenar en Roma una interpretación personal de La Celestina, de Rojas. El artista español había sido invitado por el teatro de Roma a realizar esta adaptación moderna de lo que aquí los críticos llaman «la tragicomedia por excelencia».

La obra de Sastre ha sido estrenada en el teatro Argentina con un lleno hasta la bandera y muchísimos aplausos. Toda la gran prensa del país, desde Corriere della Sera a La Stampa, del Messaggero di Roma al vespertino filocomunista Paese. Sera, ha concedido enorme relieve a la presencia de Sa...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Alfonso Sastre acaba de estrenar en Roma una interpretación personal de La Celestina, de Rojas. El artista español había sido invitado por el teatro de Roma a realizar esta adaptación moderna de lo que aquí los críticos llaman «la tragicomedia por excelencia».

La obra de Sastre ha sido estrenada en el teatro Argentina con un lleno hasta la bandera y muchísimos aplausos. Toda la gran prensa del país, desde Corriere della Sera a La Stampa, del Messaggero di Roma al vespertino filocomunista Paese. Sera, ha concedido enorme relieve a la presencia de Sastre en Italia. Muy citada también La Celestina en radio y televisión, con entrevistas a Sastre, presentado siempre como «militante antifranquista».

Todas las críticas ponen de relieve el gran ingenio de Sastre y la acertada dirección de Luigi Sqarzina. Ha gustado mucho la originalísima y penetrante música de Benedetto Ghiglia y fueron muy aplaudidos los principales protagonistas, como Anna Maestrí, Lisa Gastoni e Ivo Garrani.

A algunos críticos les hubiese gustado, sin embargo, una obra aún más grotesca; quizá por esto gusta también tanto en Italia Arrabal. Mientras, la crítica más de fondo se la hace a Sastre Roberto de Monticelli, del Corriere della Sera, quien afirma «que la conclusión de un drama en el cual mueren todos deja fundamentalmente fríos». Este pesimismo de fondo de la obra de Sastre ha sido muy subrayado por varios críticos, los cuales al mismo tiempo reconocen que esta lectura sastriana de una Celestina amarga en realidad proyecta en el teatro la vida dura del artista «que nunca se doblegó al horror y al vacío de la dictadura franquista».

Todo Sastre

Se podría decir que en Roma se está leyendo esta obra de Sastre como afirma un observador teatral: «Como si el autor hubiese querido dar a los italianos todo Sastre y toda España: una España de hoy aún lacerada entre autoritarismo y democracia y profundamente turbada, como también Italia, por la crisis de las ideologías.»Sastre, por su parte, en unas declaraciones a la prensa en vísperas del estreno, afirmó que, «como en otros dramas precedentes, en esta obra he querido moverme entre temas de manifiesto ámbito político y de reflexiones existenciales sobre la historia y la naturaleza humana». Por lo que se refiere al momento cultural español actual, Sastre ha afirmado que la situación en estos dos últimos años «ha degenerado en cansancio». Según el artista, la abolición de la censura preventiva «no ha liberado aún al teatro de las escorias franquistas». El autor teatral ha criticado también a los partidos de izquierda «por su excesiva prudencia, por la moderación que les distingue con el peligro del consolidamiento del capitalismo a costa de los trabajadores y del país».

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En